El español Fernando Alonso (McLaren), doble campeón mundial de Fórmula Uno (2005 y 2006), que disputa en Abu Dabi su último Gran Premio en la categoría reina del automovilismo, fue despedido por todo lo alto por la organización del campeonato en un homenaje que se le brindó este sábado en el circuito de Yas Marina.

Alonso, de 37 años, con 32 victorias -todas las que suma España a lo largo de su historia-, 22 'poles' y 97 podios en la F1 fue festejado en el 'paddock' de Yas Marina en un acto en el que recibió varios presentes, entre ellos un mural, y en el que participó, entre otros, el estadounidense Chase Carey, mandamás de la categoría, que afirmó que espera que el doble campeón mundial asturiano "nunca" deje "de formar parte de la familia de la Fórmula Uno".

El español subió a un escenario presidido por una enorme foto suya, con su número, el 14, y el lema "Gracias, Fernando", desde el que se proyectaron numerosos vídeos.

"Siempre llevaré la Fórmula Uno en mi corazón. Aunque me marche a otras categorías, siempre voy a estar aquí. Me enamoré del motor y de esta competición desde que era niño y siempre le estaré agradecido", afirmó Alonso, al que acompañaron en el emotivo acto su familia y numerosos allegados.

Entre el numeroso público se encontraban sus padres, Ana y José Luis -figura esencial en el lanzamiento de su carrera deportiva-; su hermana, Lorena -médico de profesión-; y sus sobrinas, María y Bianca; así como el italiano Flavio Briatore, el jefe de equipo con el que ganó dos Mundiales de pilotos y dos de constructores; su representante, Luis García Abad; y uno de los dos fisioterapeutas que le acompañó durante sus 18 años de carrera en F1, el italiano Fabrizio Borra.

Su otro 'fisio' de confianza, el también italiano Edoardo Bendinelli, no se encuentra en Abu Dabi, pero Alonso no se quiso olvidar de él y lo mencionó en su alocución a los asistentes, entre los que, obviamente, también se encontraba su compañero belga Stoffel Vandoorne y su actual jefe de equipo, el estadounidense Zak Brown, que indicó que espera que el año que viene ganen "juntos" las 500 Millas de Indianapolis (EEUU).

Un triunfo con el que el piloto asturiano completaría, después de haber ganado -dos veces- el Gran Premio de Monaco y las 24 Horas de Le Mans (Francia) -el pasado mes de junio-, las otras dos carreras más emblemáticas del automovilismo, la 'Triple Corona', algo que hasta la fecha sólo ha conseguido el inglés Graham Hill, fallecido en 1975, a los 46 años, en un accidente de avioneta.

Carlos Sainz, el otro gran campeón español, doble ganador del Mundial de rallys, tampoco se quiso perder un acto en el que también estuvo presente el francés Alain Prost, cuádruple campeón mundial de F1 y leyenda viva del automovilismo.

Desde el estrado fueron proyectados vídeos con numerosos mensajes, entre ellos, los del otro español en la Fórmula Uno, Carlos Sainz, hijo del bicampeón mundial de rallys anteriormente citado; o el ex piloto barcelonés Pedro de la Rosa.

También recibió mensajes de apoyo audiovisual de otros excompañeros suyos en Fórmula Uno, entre ellos el brasileño Felipe Massa, el italiano Giancarlo Fisichella y el finlandés Kimi Raikkonen; compañeros de parrilla, como el cuádruple campeón mundial alemán -con Red Bull- Sebastian Vettel (Ferrari) o el australiano Daniel Ricciardo.

Asimismo, hubo vídeos de numerosos integrantes de todos los equipos por los que pasó, destacando el mensaje del italiano Aldo Costa, el que fuera su ingeniero de pista en Ferrari y ahora es el jefe de ingenieros de McLaren que indicó que se la va a hacer muy duro "ver que empieza el siguiente Mundial y que" Alonso "no esté".

No faltó la misiva del que fuera su jefe en Ferrari, el italiano Stefano Domenicali, que bromeó con que ahora Alonso compite en carreras como las 24 Horas de Le Mans; y por supuesto, la de Briatore, que afirmó en su vídeo que lo espera de vuelta en la F1 "en 2020".

Y entre todas ellas destacó la del séptuple campeón mundial de motociclismo -cinco de ellas en MotoGP- Marc Márquez, el único de todos los filmados que emitió su mensaje en español.

El acto acabó en tono de humor, con el doble campeón mundial asturiano fotografiándose en el estrado sentado en una tumbona y emulando la ya mítica imagen del Gran Premio de Brasil 2016 en Sao Paulo. Circuito en el que años antes, en circunstancias bien diferentes, había festejado sus dos títulos mundiales.

La tumbona quedó a disposición de los asistentes, que en elevado número -entre 'perritos calientes', hamburguesas, cervezas y pollo al tandori- copiaron a Alonso y se fotografiaron en la silla plegable colocada en el escenario al que minutos antes se había subido un piloto irrepetible que la F1 ha sabido despedir, como no podía ser de otra manera, con todos los honores.