El Gran Premio de Mónaco esquivó la tragedia gracias a los buenos reflejos del mexicano Sergio 'Checo' Pérez. El piloto del Racing Point , cuando enfilaba la calle de garajes, estuvo a punto de atropellar a dos comisarios que retiraban piezas del Ferrari de Leclerc que había pinchado momentos antes.

Los comisarios, advertidos de la cercanía del coche, se retiran de la pista por el lado por el que llegaba el mexicano, que frenó y movió el volante lo justo para pasar entre ellos.

"Después de este incidente, estoy muy contento con el resultado de mi día. Que todos podemos volver a casa sanos y salvos con nuestras familias. Por la seguridad de los comisarios, espero que no vuelva a ocurrir", dijo Checo Pérez en sus redes sociales. Aunque el susto tardará en olvidarlo, al igual que los dos trabajadores del circuito de Mónaco.

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