Fernando Alonso, que el domingo repitió el triunfo del año pasado en las 24 Horas de Le Mans con el Toyota TS050 Hybrid, cerró su andanza en el Mundial de Resistencia (WEC, en siglas inglesas) con el sobresaliente balance de un título de campeón del mundo y cinco victorias.

El doble campeón del mundo asturiano de F1 (2005 y 2006, con Renault) clausuró el año pasado un periplo de 17 cursos en la categoría reina -en la que consiguió los dos Mundiales y los 32 triunfos que cuenta España en toda su historia- en busca de nuevos retos; y su aventura en la resistencia, a la que no descarta volver más adelante, se cerró el domingo con un resultado digno de aplauso. Alonso, de 37 años, que se coronó junto al suizo Sebastien Buemi y el japonés Kazuki Nakajima -sus compañeros en el coche número 8- arrancó la 'Súper-temporada' 2018-19 del WEC con un triunfo en las Seis Horas de Spa-Francorchamps, en Bélgica. Un mes después, en junio de 2018, logró su gran objetivo, ganar las 24 Horas de Le Mans, motivo que le había impulsado a inscribirse en este Mundial.

¿Y su próximo reto? Aparece con fuerza el rally DakarDespués de las 24 Horas de Le Mans, a Alonso no le une ningún contrato con Toyota. El asturiano ya ha dado los pasos para asegurarse que su participación en la carrera del desierto que se celebrará el próximo enero en Arabia Saudí (del 5 al 17) sea un éxito y no una mera participación.