Fernando Alonso no pudo acabar la segunda jornada de entrenamientos de las 500 Millas de Indianapolis por un accidente en la entrada a la recta principal, cuando perdió el control del coche y acabó en la calle de garajes, con bandera amarilla.

El español salió por su propio pie y ahora habrá que esperar a ver si el equipo Arrow McLaren logra reparar los daños o toca recurrir, como el pasado año tras un accidente similar, al coche de reserva.

Alonso llevaba 126 giros, el que más, y estaba rodando de forma constante a rebufo y en solitario, en el top6 de competidores.

"126 vueltas hoy y un buen día en general hasta que en la última hora cometí un error e impacté contra el muro. Mañana es el 'fast Friday' motores en marcha, Vamos", escribió el bicampeón mundial de F1 en las redes.

Antes del percance, Alonso dio su vuelta rápida en su segunda vuelta a una media de 224,363 millas por hora, y se colocó cuarto.

En la parte final de la sesión el español perdió el control de su monoplaza en la cuarta curva para poner fin a su sesión.