Los pilotos, los individuos, son los que suelen crear la afición, el interés y a veces la devoción por la F1. Eres de Schumacher, de Senna, de Alonso, de€ tantos otros que nos han hecho vibrar con su destreza al volante. Solo un equipo es capaz de competir con la atracción que generan los pilotos y ese es Ferrari. Sin embargo, este es un deporte de equipo, de un grupo de personas que van desde quien lleva el café en la fábrica hasta el director, pasando por ingenieros y mecánicos. A pesar de quien ejemplifica la velocidad y crea la pasión en los aficionados es el héroe, sin el conjunto del equipo no hay nada.

Ese trabajo de equipo se escenificó ayer en Imola donde Mercedes lograba su séptimo título consecutivo. Los alemanes igualan así el registro del ya desaparecido equipo Lotus. Por delante de los de Stuttgart están McLaren con 8 campeonatos, Williams con 9 y liderando la tabla está Ferrari con 16.

Son esos títulos de constructores los que determinan cómo se reparten al final de cada temporada los dólares que conforman los presupuestos de los equipos y marcan a medio y largo plazo los éxitos. Y en Imola Mercedes volvió a llevarse la parte principal de un botín que les asegura seguir en lo más alto.

Con esos dólares se pagan los sueldos de ingenieros como James Key, el director técnico de Mercedes. Key ya trabaja desde hace tiempo en el coche de 2021 y visto que el próximo año la normativa no va a sufrir grandes variaciones debemos prepararnos para el octavo título de los hombres de la estrella. Solo el radical cambio en los coches que veremos en 2022 abre una luz de esperanza para una alteración de este status quo. Esa estabilidad en el dominio de un equipo no es nueva en la historia de la F1. Si repasamos hacia atrás la cronología de los últimos 20 años vemos además de los 7 consecutivos títulos de Mercedes, los 4 de RedBull, 2 de Ferrari, 2 de Renault y 6 más consecutivos de Ferrari. La única excepción fue el único título de BranwGP en 2009, germen del actual equipo Mercedes.

Por el interés de la afición española esperemos que tanto Ferrari como Renault puedan ponerse las pilas para el próximo año.