Hoy cumple 83 años la Reina Sofía, pero a diferencia de otros años, este cumpleaños es muy diferente para la reina madre. Esto se debe a que Sofía está preocupada, y es que en estos últimos años las cosas han cambiado mucho por culpa de los distintos motivos.

Uno de ellos son los escándalos como el del exilio ‘voluntario’ de don Juan Carlos a Abu Dabi. Y aunque ahora mismo este tema está archivado por la Justicia española, lo cierto es que preocupa dentro de la familia real. La Reina Sofía intenta que todo esto no le afecte y sigue cumpliendo con su papel como miembro de la primera familia.

Con una agenda más que completa gracias a su Fundación Reina Sofía, la madre de Felipe VI intenta evadirse los problemas que le rodean. Pues por otra parte, a Sofía le preocupa la princesa Irene de Grecia, su hermana pequeña, la cual cumplió 79 años el pasado mes de mayo.

La unión entre la Reina y su hermana es muy grande. De hecho, ella es uno de sus grandes apoyos en su familia junto a su prima, Tatiana Radziwill y su marido. Y es que ver a los cuatro juntos en Mallorca ya es algo habitual. Pero en los últimos meses no se está viendo a la Reina y a la princesa juntas, lo cual ha levantado sospechas sobre su posible estado.

Los rumores comenzaron a principios de agosto en una comida familiar cuando se pudo a ver a Irene con signos de cansancio y con la doña Letizia bastante pendiente de su hermana. A partir de ahí, las veces que se ha juntado la princesa con su hermana son escasas.

Eso sí, Irene reapareció hace una semana para los festejos de la boda religiosa de Felipe de Grecia y Nina Flohr en Atenas. En esta ocasión se le pudo ver más sonriente, aunque siempre cogida de doña Sofía y de la princesa Benedicta. Por esta razón la madre de Felipe VI no está del todo feliz, ya que para ella la familia siempre ha sido su gran debilidad.

Anteriores problemas

No está confirmado que a Irene le pasa algo, pero sus pocas salidas con doña Sofía y la necesidad de ser sujetada y vigilada en todos momento hacen saltar las alarmas en la casa real. Pero lo cierto es que la princesa nunca ha tenido muy buena salud, ya que a principio de los 2000 padeció un cáncer de mama del que por suerte se pudo recuperar.