Es peluda, reptadora y además... muy peligrosa para tu mascota. Si tienes un perro o un gato debes tener en cuenta, más allá de la normativa que has de cumplir (DNI obligatorio o cursos obligatorios para tener mascotas), que la oruga procesionaria del pino puede ser un problema.

Técnicamente llamada Thaumetopoea pityocampa, este lepidóptero transformado en plaga campa a sus anchas por las zonas de pino repartidas por España y puede afectar de forma negativa en tu mascota.

"La procesionaria es muy peligrosa para perros y gatos debido a los pelos que recubren su cuerpo y que provocan una reacción alérgica fuerte, incluso necrosante, con muerte de tejidos", explicó en ElDiario.es Francisco Sánchez, vicesecretario del Colegio de Veterinarios de Sevilla.

¿Cuándo aparece la oruga procesionaria?

La oruga procesionaria llega a los pinos en la época de primavera. Incluso antes, empujada por el cambio climático. La subida de temperaturas y la escasez de lluvias han vuelto a adelantar su presencia en los pinos. Así lo advierte la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla).

La procesionaria no es que solo llegue cada vez antes, en cuanto a mes y época se refiere, es que cada vez se expande con más rapidez por el territorio español. Y, al ser más numerosa, también actúa con mayor voracidad.

¿Cómo saber si a mi perro le ha picado una garrapata? Pixabay

¿Por qué la oruga procesionaria es peligrosa para perros y gatos?

Cuando decimos que la oruga procesionaria es peligrosa para perros y gatos lo hacemos con fundamento. Es peluda y esto es algo fundamental. Cada una de estas orugas tiene un cuerpo recubierto por, nada más y nada menos, 500.000 tricomas.

Todas ellas estarán listas para liberarse del cuerpo de la oruga y dejar su toxina allá donde se posen. Y esto puede ser en la piel de tu mascota, bien sea un perro o un gato. Esto ocurrirá tan pronto como el insecto sienta que se encuentre en peligro.

¿Qué ocurre entonces? "Cuando la procesionaria se siente amenazada, lanza sus pelos al aire. Esto genera irritaciones y alergias. Incluso sin tocarlas. Por ejemplo, si alcanzan los ojos", aseguró el propio Jorge Galván, de Anecpla.

¿Cómo se si mi mascota ha sido picada por la oruga procesionaria?

Los perros son especialmente vulnerables al contacto con la oruga procesionaria por un simple motivo: les gusta olisquear y rastrear el suelo en busca de nuevos olores. Esto es un comportamiento natural en los perros. "Lo más frecuente es que provoque un exceso de salivación en nuestro perro y dolor, sobre todo, si ha habido contacto con la boca, la lengua o la saliva", explica el propio Sánchez.

Síntomas habituales de la picadura de la oruga procesionaria en nuestra mascota

  1. Exceso de salivación
  2. Dolor, sobre todo en la zona de la boca o lengua
  3. Lengua inflamada (edema)
  4. Hinchazón de cara
  5. Hinchazón de ojos por una reacción alérgica
  6. Picazón por todo el cuerpo

Esta reacción alérgica explica por qué a muchos perros se les hincha la cara en primavera. Lamentablemente, la parte inflamada (como un trozo de la lengua) puede llegar a caerse por una muerte del tejido (necrosis). En el peor de los casos, nuestra mascota podría tragarse la toxina y esto producirle daños respiratorios o dificultad para respirar (apnea).

Una imagen de archivo de un caniche SD

¿Qué hago si a mi mascota le ha picado la oruga procesionaria?

Si no se trata a tiempo, la picadura (o incluso el contacto) de la oruga procesionaria podría acabar con la vida de nuestra mascota. O bien por un problema inflamatorio fuerte que acabe en shock anafiláctico, o bien porque las vías respiratorias del mismo colapsen.

De febrero a abril sería recomendable evitar paseos por zonas con muchos pinos. Si eso es imposible, siempre llevar una botella de agua en cada uno de los paseos. "Si sospechamos que nuestro perro ha tenido contacto con la procesionaria, lo primero es lavar la zona o boca muy bien con agua, por presión, sin frotar, para que el ataque desaparezca o, al menos, disminuya", dice Sánchez. Incluso en la lengua podríamos derramar agua y deslizar con la mano hacia el exterior. Además, tan pronto como sea posible, deberías ir al veterinario para que tu mascota sea tratada con un antihistamínico para frenar la reacción alérgica.

La única diferencia de los gatos respecto a los perros es que los felinos son, por naturaleza, algo más cautelosos. Su instinto de supervivencia, así como su condición de ser mucho más domésticos, les dice que deben ser precavidos. "El peligro para los gatos es el mismo; lo que pasa es que ellos son mucho más selectivos que los perros; y no se meten en la boca lo primero que cogen", zanjó Sánchez.

Así puedes eliminar la oruga procesionaria