Un ganador del bote de Pasapalabra, condenado a prisión

De Pasapalabra, a la cárcel. Sorprendente sentencia contra un histórico del programa de Antena 3

Roberto Leal en 'Pasapalabra'.

Roberto Leal en 'Pasapalabra'. / ATRESMEDIA TELEVISIÓN

Eduardo Benito fue un histórico de Pasapalabra al llevarse el mayor bote del programa. Después han pasado rostros conocidísimos como Paz Herrera, Fran González, Pablo Díaz, Nacho Mangut, David Leo y actualmente Orestes Barbero. Todos ellos han sido muy reconocidos por la audiencia, pero otro que no lo es tanto es Miguel Rodríguez. Como los mencionados, también se llevó el bote al culminar con éxito el rosco de Pasapalabra, pero no será recordado por ello.

Debemos remontarnos a 2009, cuando Miguel Rodríguez vio en Pasapalabra una vía de escape a sus problemas financieros. Y, en consecuencia, legales. El participante ganó el rosco final de Pasapalabra y se embolsó 240.000 euros, cifras muy alejadas a las de otros ganadores previos y posteriores. Ese dinero no pudo disfrutarlo, ya que fue condenado a 2 años y 4 meses de prisión por estafa continuada.

Cerca de un centenar de personas, muchas de ellas muy cercanas al propio Miguel, denunciaron sus falsas inversiones en Bolsa. Él garantizaba unos beneficios anuales de hasta el 10%, aunque parece ser que no sólo no llegaron dichos beneficios, sino que tampoco se produjeron las inversiones en plena crisis económica en la que se encontraba España.

Miguel Rodríguez, ganador de Pasapalabra

Miguel Rodríguez, ganador de Pasapalabra / MR

Con intención de poder devolver algo de dinero y evitar tanto el juicio como la previsible sentencia, Miguel Rodríguez se presentó a Pasapalabra. Sus grandes capacidades para el programa eran evidentes y se llevó el rosco, ganándose 240.000 euros con los que no llegó a cubrir su deuda. Ahora, su nombre ha vuelto a salir tras ser condenado a 2 años y 4 meses por sus delitos financieros.

No todos los denunciantes fueron 'timados'

Los denunciantes y las cantidades aportadas por cada uno de ellos fueron variados. Llegaron hasta 50.000 euros en algunos casos. El juez decidió que no en todos los casos había delito, archivándolas, ya que algunos demandantes deberían haber sabido que lo que invertían tenía sus riesgos. Eso sí, en otros casos sí que apreció la intención deliberada de quedarse con el dinero de los inversores. En el juicio (2015), Miguel Rodríguez no pudo acogerse al 'pasapalabra' y vio cómo la sentencia le era desfavorable.