Era cuestión de tiempo. Los participantes de La Isla de las Tentaciones llegan con la lección bien aprendida cada vez. Cada vez son más los que tardan pocos días en ser infieles a sus parejas a la par que les acusan de eso mismo a estas. Lamentables papelones.
En el último programa fueron dos de los chicos los que pusieron la cornamenta, aunque cada uno a un nivel. Alguna chica también lo ha hecho al mismo tiempo, pero el espacio que conduce Sandra Barneda disfruta haciendo ciertas manipulaciones con los tiempos. Volvamos a la materia.
Por un lado, Álex y Yaiza se dieron unos besitos en las hamacas y podría ir a más con el paso de los días. El chico llegó a la isla con la relación rota, pero empujado por su exnovia a participar igualmente. Ella quería esa fama de telebasura y él tampoco lo veía tan mal. Ambos son sosos y no tienen futuro como contertulios, pero quién sabe si podrían terminar sorprendiendo. Todo sea ponerse.
David era carne de cañón en La Isla de las Tentaciones
El que más se veía venir era David. Ese tipo de pose tan forzada como estudiada que se ve a sí mismo como Ken. Sí, el de Barbie. Nadie, más allá de su entonces novia, daba un duro por la relación (para los millennials y generación Z, el duro corresponde a 5 pesetas, que a su vez se convierte en 3 céntimos). Pues bien, María fue a por él porque le veía el más accesible (le faltaba el cartel en la frente) y él jugó desde el primer momento.
Conversaron, bailaron y bebieron antes de marcharse al cuarto de David. Él se tumbó y ella se puso encima con la poca ropa que llevaba. Las manos, que van al pan, empezaron a ir por libre entre besos y roces hasta que ella se quitó el sujetador y se pusieron a hacer gorrinadas +18 bajo el edredón. Telecinco sacará partido de las escenas, sobre todo en 'El Debate de las Tentaciones'.