Para muchos es el gran programa de la televisión española en este momento. MasterChef tiene una legión de seguidores y espectadores edición tras edición. Sin embargo el famoso espacio de TVE también es una constante fuente de polémicas, ya sea por declaraciones de sus concursantes o porque se destapa algún escándalo alrededor del concurso.
Famosos rajando, acusaciones de drogas y ahora, directamente, se habla de tongo. Siguen creciéndole los enanos a MasterChef, que está entre lo más visto de La 1 pero sigue perdiendo audiencia año a año. El novedoso formato de esta temporada, con dos galas por semana y récord de concursantes, tampoco levanta al programa de la crisis.
Una evolución hacia el planeta Telecinco
Aunque tenía su salseo como todo 'talent show' era un concurso en el que la cocina era muy protagonista y tenía un papel didáctico, además de un éxito de audiencia para Televisión Española. Ahora es bien diferente. A la edición normal se sumaron la 'Junior' y la 'Celebrity' y el programa ha ido evolucionando hacia un 'reality' más al estilo de Telecinco en el que se destacan las enemistades y los romances, con la única particularidad de que se produce entre fogones. De hecho si antes la mayoría de invitados eran chefs prestigiosos ahora se apuesta más por famosos que han participado en el concurso. Además, a la vista está que se ha sobreexplotado y la audiencia empieza a cansarse. Y a eso se suman las críticas de muchos exconcursantes.
Igual que le ocurre al canal de Mediaset, TVE también está perdiendo audiencia con su producto más destacado. Si las primeras ediciones congregaban a más de tres millones de espectadores la mayoría de noches y la final de 2013 superó los cinco millones y medio, en 2022 nunca se acercó a los dos millones, e incluso el último programa apenas superó la media.
Once años en antena a pesar de la bajada de audiencia
El 'talent' ya ha emitido su undécima edición amateur y los jueces siguen siendo los mismos que el primer día: Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera. Pues bien, tras la marcha en 2019 de Eva González, quien venía siendo la presentadora del programa, todo se ha quedado para los jueces. Ahora, además de probar los platos presentan las pruebas y ejercen de maestros de ceremonias en las pruebas de exterior.
El campeón se hizo con 100.000 euros de premio (que se vieron reducidos al pasar el filtro de Hacienda), el trofeo del programa y la publicación de un libro de recetas. Además, los tres primeros clasificados recibirán becas para formarse en la Facultad de Ciencias Gastronómicas Basque Culinary Center de San Sebastián. Además cada participante se lleva 1.200 euros por cada programa en el que evita la eliminación. Nada que ver con el dineral que cobran los jueces, en cualquier caso.
La directora de casting rompe su silencio tras las acusaciones
Año a año cada vez son más las voces críticas con MasterChef que ponen en duda la integridad del concurso. La polémica Saray aseguró en su día que una buscadora de perfiles había contactado con ella para participar. Incluso en la última edición una aspirante que llegó al casting final pero no fue seleccionada acusó al programa de traer a un equipo de catadores que no salía en televisión y hacer entrevistas a las personas que sabían que iban a entrar. La participación del irritante tiktoker Luca Dazi, que llegó lejos y es hijo del director general de una empresa que distrbuye productos a El Corte Inglés, fue la gota que colmó el vaso.
Sobre las acusaciones se ha pronunciado Esther González, directora de casting del talent show culinario. Con motivo de la nueva edición de MasterChef Junior que se está cocinando ha ofrecido una entrevista al diario El Mundo. "No me molesta que me digan que es una estafa porque esté engañando a alguien, me molesta porque detrás de un casting como el del Junior hay muchísimo trabajo detrás y nunca vamos con ninguna predisposición a encontrar tal o cual perfil", se defiende. Pese a ello, incluso en los comentarios del citado medio se ponen en duda sus palabras.