Jaime Ostos ha fallecido hoy de un infarto a sus 90 años según han confirmado fuentes familiares. En el momento de su fallecimiento, el torero se encontraba de viaje con su familia en Colombia, donde estaba disfrutando de un viaje con amigos y en compañía de su esposa, María Ángeles Grajal, durante las vacaciones de Navidad. El espada sevillano había pasado el coronavirus en la UCI del Hospital de la Zarzuela de Madrid y había sido desde abril sometido a dos operaciones.

De niño ya quiso ser torero en contra de la voluntad de sus padres. Jaime Corazón de León, como le llamaba la prensa de la época, tomó la alternativa el 13 de octubre de 1956 en Zaragoza de manos de El Litri y Antonio Ordóñez.

A partir de sus ojos se podía ver la perseverancia de sus sueños y en su sonrisa cabía el trazo largo y poderoso de su muletazo. Un halo de valentía y capacidad poco frecuentes envolvían su figura. Prueba de ellos fue que en la plaza de Tarazona de Aragón, un toro de Hermanos Ramos Matías le destrozó la ilíaca. En la enfermería llegaron a preparar el acta de defunción y el capellán le concedió la extrema unción, pero su raza y fortaleza le hicieron reaparecer en 1964. El rejoneador Ángel Peralta le salvó la vida tras taponarle la herida.

Su relación con la plaza de toros de València fue especial, un cariño que arrancó en la Feria de Julio de 1955. Ese día cortó dos orejas y un rabo en su primer toro y una oreja en el segundo de su lote. Los valencianos no se olvidaron ningún año de felicitarlo por su onomástica en la Feria de san Jaime: "Felicidades Jaime", le gritaban en medio del silencio de su faena y el diestro contestaba con una sonrisa.

La suerte suprema en València con un sombrero cordobés

Entre sus tardes más importantes en el coso de la calle Xàtiva, el propio Ostos no olvidaba la faena a un toro de Miura, al que le cortó las dos orejas, y los aficionados le pasearon en hombros por las calles de la capital valenciana.

El propio torero de Écija también rememoraba entre les más cercanos cuando entró a matar a un toro de Bohórquez en València y le tiraron desde el tendido un sombrero cordobés que cayó sobre sus pies. Él lo cogió y lo sustituyó por la muleta para hacer la suerte suprema así.

Otra tarde suya que fue histórica en el coso de Monleón fueron los seis toros que lidió en una tarde que estaba anunciada como mano a mano con El Litri. Miguel Báez se puso enfermo y, a pesar de que la empresa de la plaza quiso suspender la corrida, Ostos toreó la tarde solo y sin cobrar.

Más allá de sus triunfos, otras efemérides de Ostos en el "Cap i Casal" fueron la concesión la alternativa a Paco Camino en abril de 1960 y el apadrinamiento del doctorado de Curro Romero en marzo de 1959.