Rafa Mateo, de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?: Mensaje tras sufrir dos ictus

'¿Quién quiere casarse con mi hijo?' es un programa de televisión que buscó generar cierta controversia en la sociedad y al que se llegó a acusa de machista por cierto sector. Se trata de un reality show en el que un joven soltero, acompañado de su madre, busca pareja entre varias candidatas. El hecho es que unos meses después, la misma cadena con la misma presentadora (Luján Argüelles), emitió 'Un príncipe para Corina'. Ahí no había madres por medio de manera directa, pero sí 24 pretendientes para la joven Corina separados por categorías (guapos, únicos, simpáticos y nerds). Evidentemente no se generó la misma polémica que con el anterior programa. Por lo que sea.

'¿Quién quiere casarse con mi hijo?' se centra en la idea de que las madres son las encargadas de encontrar pareja para sus hijos. Además, las candidatas son seleccionadas por su apariencia física y su capacidad para complacer al hombre y su familia. 

Además, el programa fue acusado de fomentar relaciones tóxicas y poco saludables. La idea de que la madre debe estar involucrada en la elección de pareja de su hijo puede ser vista como una intromisión en la vida privada de los jóvenes y una forma de controlar sus relaciones. Esto puede llevar a relaciones poco saludables y disfuncionales en las que la pareja no tiene libertad para tomar decisiones por sí misma. En realidad, no hay tanta diferencia en lo que se refiere a fomentar relaciones tóxicas con otros programas de Mediaset... eh, Isla de las Tentaciones.

Rafa Mateo y el ictus

Uno de los participantes que más rédito mediático han sacado del programa a lo largo del tiempo fue Rafa Mateo. Este joven de 29 años sufrió recientemente un ictus, algo muy poco probable en un veinteañero, pero que a la vista está de que puede pasar. El andaluz se mantuvo en silencio durante su ingreso de una semana en el hospital y sus más de 370.000 seguidores en Instagram empezaron a preocuparse. Ya sabemos cómo funciona este mundillo...

En cualquier caso, parece que tuvo suerte y se ha recuperado sin aparentes problemas. Dicho esto, quiso compartir su estado actual en sus RRSS para tranquilizar a sus fans y que sepan que se encuentra fuera de peligro, aunque sin entrar en detalles. "¡Por fin! Gracias a Dios todo quedó en un susto. Estoy bien y sin secuelas, que era la mayor preocupación".

Segundo ictus en pocos días

Pocos días después de padecer el primer ictus y ya confiado en haber superado lo peor, llegó el segundo susto. "Creo que me voy a morir", escribió Rafa Mateo en sus stories, preocupando aún más a sus miles de seguidores. Por el momento no parece que tenga nuevas consecuencias, pero este segundo achaque le ha puesto totalmente en alerta.

El ictus y sus posibles consecuencias

El ictus es una enfermedad cerebrovascular que se produce cuando se interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro. También conocido como accidente cerebrovascular (ACV), puede tener consecuencias graves y duraderas en la salud y la calidad de vida de las personas afectadas.

Las consecuencias del ictus pueden variar ampliamente dependiendo de la gravedad del evento y la rapidez con que se reciba atención médica. En casos leves, la persona afectada puede experimentar debilidad temporal en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o entender el lenguaje hablado y problemas de visión. Sin embargo, en casos más graves, el ictus puede causar parálisis, pérdida de la capacidad para hablar y pensar con claridad, así como pérdida de la memoria y problemas de coordinación.

Además de las consecuencias físicas y cognitivas del ictus, también puede tener un impacto emocional significativo en las personas afectadas. La depresión y la ansiedad son comunes después de un ictus, y muchas personas pueden sentirse abrumadas por los cambios repentinos en su vida.

La rehabilitación y la atención médica son esenciales para ayudar a las personas a recuperarse del ictus y minimizar sus consecuencias. La terapia física y ocupacional pueden ayudar a las personas a recuperar la movilidad y la independencia, mientras que la terapia del habla puede ayudar a restaurar la capacidad de comunicarse con claridad. Los medicamentos también pueden ser útiles para prevenir futuros accidentes cerebrovasculares y controlar las complicaciones relacionadas con el ictus.