Adelgazar es más fácil de lo que parece, pero hacerlo rápido y poco después retomar los viejos hábitos no sirve a medio y largo plazo. Además del temido efecto rebote, el cuerpo necesita periodos de adaptación para que los cambios sean efectivos. La clave, por obvio que parezca, está en cambiar el chip. Y para hacerlo sólo hace falta planificación.

Si hablamos de cambiar el chip, lo primero es tener una relación sana con la comida. No se puede tomar una dieta como un castigo. Esta visión, defendida por psicólogos y nutricionistas, es la base de todo cambio físico saludable. Hace poco te ofrecimos una dieta preparada para sólo una semana basada en la página web especializada WebSalud con la que puedes empezar perdiendo 3 kilos en 7 días sin pasar nada de hambre. Y precisamente esto segundo es una clave para poder tener éxito en el plan.

A partir de aquí y tras un inicio prometedor, toca planificarse. Aunque pueda parecer un tema sin importancia, es fundamental saber qué debemos comer y por qué. Por ejemplo, si el objetivo es perder peso debemos de reducir la ingesta de grasas e hidratos, pero nunca de nutrientes. Sin embargo, los hidratos de carbono de calidad han de estar presentes en la dieta porque aportan una fuente de fibra necesaria.

Real food como método para adelgazar

Lo primero es hacer una buena lista de la compra, basándose sobre todo en ‘real food’, con frutas, verduras, legumbres, carne y pescado. Evitando los ultraprocesados. Y ten mucho cuidado con las etiquetas light, ya que muchas tendrán menos calorías, pero más azúcares o edulcorantes. De todas formas, en el caso de los refrescos por ejemplo, sí que es mejor que sus versiones tradicionales.

Si para adelgazar eliminamos nutrientes necesarios para el organismo puede derivar en problemas para la salud, tales como caída del cabello, debilidad en las uñas o mareos. Si realizas ejercicio, perderás peso de manera más efectiva. Eso sí, hazlo con cabeza y consciente de tus límites.