Cada vez falta menos para que lleguen las Navidades y con ellas unos cuantos kilos de más. Es lo normal y no pasa nada, ya que son unos días de excesos en los que no debemos mirar la báscula ni de reojo. Ahora bien, después toca afrontar los clásicos propósitos de Año Nuevo, entre los que destaca aquellos como dejar de fumar, apuntarse al gimnasio o adelgazar. Por otro lado, debemos asumir que con la edad, conforme nos hacemos mayores, nuestro físico no es el mismo y padeceremos una pérdida de masa muscular progresiva. A su vez, librarse de la grasa localizada resulta más complicado que antes. Ley de vida.

Lo mejor para perder peso es comer bien y para ganar musculatura, hacer deporte. Es así de sencillo, pero hay múltiples caminos para lograrlo. Por un lado, te recomendamos que sigas una dieta como la mediterránea o quizá puedas optar por la mejor dieta del mundo para adelgazar según los especialistas. Por otro, aumenta tu tiempo de ejercicio, sea cual sea tu edad o la intensidad del mismo. Si lo que queremos es un truco para perder algunos kilos de grasa y ganar alguno de músculo, necesitaremos de los superalimentos. Hay varios, pero podemos optar por semillas como el fenogreco, típica de la cocina asiática.

Cómo consumirlo

Con las semillas y hojas del fenogreco se condimentan guisos de típicos de pollo, pescado, arroz, garbanzos o ensaladas entre otras múltiples opciones. Además, tiene numerosas propiedades medicinales y sus semillas actúan como anabolizante natural, que contribuye a aumentar la masa corporal. Esta propiedad la ha popularizado entre los deportistas que entrenan intensamente. Suelen incluirla en sus dietas para ayudarse a mejorar sus marcas y reparar los músculos tras hacer ejercicio. Para lograr la recuperación muscular basta con tomar apenas media cucharadita de fenogreco al día, que puede tomarse sin más o mezclarse con batidos, zumos, sopas, cualquier líquido o preparar una infusión.

Propiedades del fenogreco

Se trata de un producto de sabor fuerte, algo picante y un olor intenso y penetrante, que la convierte en una apreciadas especia o condimento. Con echar una cucharadita de semillas de fenogreco, enteras o molidas, a tus platos durante la cocción es suficiente no solo para mejorar los sabores sino para beneficiarte de todas las propiedades de esta planta. Tiene efecto laxante, antiinflamatorio, antioxidante, antiséptico y cardioprotector. Todo ello se debe a la complejidad de su composición química, en la que encontramos proporciones elevadas de minerales como el hierro, manganeso, magnesio y fósforo; vitaminas A, vitaminas B1, B2 y B3; aceites grasos insaturados, como el oleico, linoleico y palmítico; enzimas y aminoácidos, además de alcaloides, flavonas, taninos, fenoles, saponinas, fitoesteroles, fitoestrógenos, así como un 27% de proteínas.