La opinión de los nutricionistas sobre si es bueno comer el pollo con piel

Son muchos los deportistas los que consumen este alimento en sus dietas diarias ya que es rica en proteínas y aporta vitaminas y minerales

La carne de pollo es una de las más consumidas por los deportistas, ya que es rica en proteínas y aporta vitaminas y minerales. Y en general, su consumo no deja de crecer. De media, cada español consume unos 13 kilos de pollo al año. Sin embargo, son muchos los que se fijan más en el sabor que en sus propiedades nutricionales. Y entre los que anteponen el gusto a los beneficios para el organismo, hay una mayoría que disfruta comiendo también la piel del pollo. Pero ¿es bueno comer el pollo con piel?

Pues bien, la piel del pollo tiene un 32% de grasas; es decir, que cada 100 gramos de piel que consumimos, 32 gramos son aporte graso. Si consumimos el pollo con piel, estaremos aumentando el aporte calórico de cada ración en un 50%, aproximadamente. Razón por la que si preguntamos a nuestro nutricionista si es bueno comernos la piel del pollo nos aconsejará renunciar a ella si queremos llevar una dieta saludable, simplemente retirando la piel antes de comer este plato eliminariamos el aporte de calorías y grasas extras del pollo.

Pero hay muchas otras dudas respecto a la carne de pollo que se han convertido en creencias populares muy extendidas sin tener un respaldo desde el punto de vista científico. Son muchos los que creen que la carne de pollo amarilla es mejor que la de color sonrosado, aunque no es cierto: el color varía en función de los pigmentos que contenga el grano con el que se alimente a los animales. El maíz tiene más pigmentos que el trigo, por lo que suele generar una carne más amarillenta.

Pero, además, la industria alimenticia de algunos países suele añadir pigmentos naturales en la comida de las aves para darle a la carne un color más amarillento, pero simplemente por una preferencia cultural de los consumidores. También hay dudas sobre cuál es la mejor manera de descongelar la carne de pollo. En este caso, como en la mayoría de los alimentos, lo mejor es hacerlo en el frigorífico de un día para otro, ya que si se dejan a temperatura ambiente se incrementa la posibilidad de desarrollar microorganismos que podrían llegar a estropearlos. Por la misma razón, tampoco hay que descongelar la carne de pollo en agua caliente, tal y como hacen algunas personas.