¿Por qué son tan importantes las dos primeras semanas para conseguir quedarse embarazada? El éxito en el embarazo se produce en la fase lútea. Durante este período de tiempo, que comienza poco después de la ovulación, se produce la luteólisis o el establecimiento del embarazo, que tiene lugar poco antes del sangrado menstrual. Los expertos de la clínica MARGen de Granada han explicado en la revista Frontiers que las dos primeras semanas son críticas para que un embarazo tenga éxito, ya que, durante esos 14 días después de la ovulación es cuando el embrión se tiene que implantar en el útero, y cualquier irregularidad puede provocar un fallo de implantación o la muerte del embrión, incluso antes de que la mujer se dé cuenta de su embarazo incipiente.

El ciclo de una mujer tiene dos fases, en primer lugar, la fase folicular, o primera fase del ciclo, que es aquella que va desde que comienza la regla hasta la ovulación. Durante este tiempo se desarrolla el folículo dominante dentro del cual se encuentra el óvulo. En segundo lugar, la fase lútea, conocida como segunda fase del ciclo, es la que comprende entre la ovulación y la menstruación del ciclo siguiente. Estos profesionales de la salud señalan que hay muchas mujeres que se quedan embarazadas, pero nunca llegan a saberlo, ya que su embarazo se pierde antes de poder ser detectado. Según señalan, hay otros casos, conocidos como embarazo bioquímico, en los que se puede detectar un embarazo mediante exámenes de la sangre, aunque se pierde antes de poder visualizar el embrión en el útero mediante una ecografía.

Desde esta clínica señalan que, tras la ovulación, se produce la luteinización, que es el proceso mediante el cual el folículo que ha liberado al óvulo se transforma en una estructura llamada cuerpo lúteo y asume nuevas funciones relevantes para el embarazo. En este tiempo, el cuerpo lúteo es la fuente principal de la hormona progesterona, que es indispensable para que se produzcan cambios en el útero y necesaria para acoger a los embriones y garantizar su evolución.

El papel de la progesterona

Si se produce algún problema con la implantación durante la luteinización, la evolución del embarazo queda amenazada. Los expertos señalan que esta situación puede darse por "una secreción insuficiente de la progesterona, la hormona indispensable para una transformación de las células del revestimiento interno del útero, las glándulas del endometrio, la contractilidad del músculo liso del útero, el flujo sanguíneo en el útero, y la actividad de las células inmunes de la cavidad uterina”.

La hormona progesterona es la encargada de promover la secreción de las sustancias que nutren al embrión recién implantado por las glándulas endometriales. Además, la progesterona “disminuye la contractilidad del miometrio, reduciendo así el riesgo de expulsión del embrión, aumenta el flujo sanguíneo, necesario para llevar nutrientes para el embrión, y reprograma las células inmunes del útero para promover la implantación del embrión en lugar de provocar su rechazo debido a la presencia de sus antígenos ajenos provenientes del padre”, detallan los profesionales.