Virus del camello: síntomas e infectados de la enfermedad que tiene en jaque a Francia

La final del Mundial de Catar 2022 entre Argentina y Francia tiene un invitado inesperado: el virus del camello. Este microorganismo ha infectado a varios jugadores galos y está condicionando de manera importante a Didier Deschamps en este tramo decisivo del torneo. Pero... ¿cómo es exactamente esta enfermedad?

Se trata, como en la pandemia de Covid-19, de un coronavirus. Afecta principalmente al tracto respiratorio superior y su nombre científico es MERS-CoV, haciendo referencia a Síndrome Respiratorio de Oriente Medio. La Organización Mundial de la Salud 2.587 casos y 891 muertes, lo que implica una tasa de letalidad muy elevada.

Los síntomas del virus del camello: ¿hay que temer por una nueva pandemia?

Aunque los números puedan parecer alarmantes no hay que preocuparse por una posible pandemia: este virus se descubrió en 2012 y no se ha expandido por el mundo. De hecho la OMS ya había advertido a los aficionados que se desplazaran de la posibilidad de infectarse con este patógeno.

Los síntomas principales son similares a los de la Covid-19: fiebre, escalofríos, dificultad respiratoria y tos seca. En casos más extremos puede haber vómitos, diarrea e incluso afecciones renales. Sin embargo ninguno de los jugadores franceses ha sufrido una infección grave.

A diferencia de la Covid-19, cuyo origen no quedó demostrado, sí está constatado que este virus procede de los camellos, una de las especies predominantes en el ecosistema de Oriente Medio. De hecho es más probable el contagio de animal a persona que de una persona a otra, motivo por el cual es muy difícil que el virus se propague a otros continentes.

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Los jugadores de Francia que se han infectado y el tratamiento a recibir

Adrien Rabiot estuvo ausente en la semifinal ante Marruecos por tener el virus del camello. Sí llegó a la convocatoria, aunque no jugó, Dayot Upamecano, que no pudo entrenar por el mismo motivo. Después aparecieron los casos de Coman, Varane y Konaté, aunque todos están recuperados y ya se entrenaron este sábado.

A pesar de haberse descubierto hace diez años no existe ningún tratamiento específico para esta enfermedad ni tampoco una vacuna. Solamente se proporcionan medicamentos destinados a controlar los síntomas para minimizar las consecuencias de la infección.

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