La nutrición está llena de secretos que muy pocos conocen y son esenciales para la salud. La mayoría los esconden los superalimentos, una serie de alimentos que gozan de propiedades extraordinarias que los sitúan claramente por encima de los demás.
Muchos de ellos son de origen vegetal. Frutas y verduras, algunas que consumimos comúnmente sin saber lo que nos aportan, y otras de las que incluso ni habíamos escuchado el nombre. Pero hay un tercer grupo: los superalimentos que has probado... pero no la parte que es rica en propiedades.
El fantástico secreto que oculta el apio y desconocías
Uno de los clásicos en las dietas para adelgazar es el apio. Es una de las verduras con menos calorías y, aunque muchos lo odian, es tremendamente efectivo para saciarte sin engordar. Ensaladas, sopas, guisos, verduras a la plancha... distintas opciones con un denominador común: el tallo.
La inmensa mayoría de los consumidores de apio solo se comen esta parte y cometen un craso error: desechar otra que tiene todavía más beneficios. Se trata de las semillas, que son una fantástica especia que es un gran complemento a tu dieta.
Los numerosos beneficios de la semilla: cáncer, presión arterial, antiinflamatorio...
Varios estudios ratifican que la semilla del apio interfiere en el desarrollo de dos tipos de cáncer: el de hígado y el de estómago. Consumiéndola se incrementan las posibilidades de que ocurra la apoptosis, es decir, la muerte de las células cancerosas.
Otra investigación ha demostrado que también es un superalimento ideal para pacientes con hipertensión. Las pruebas revelan que quienes lo consumen ven reducida su presión arterial. Además se han descubierto otros efectos menos importantes pero también beneficiosos como la reducción de inflamaciones y dolores en casos de úlceras y artritis. También se observa que refuerza los huesos y combate la osteoporosis. Numerosos beneficios para unas semillas hasta ahora ocultas y desconocidas.