Nada de revoluciones. La que para muchos es la mejor selección nacional de la historia, Brasil, acometerá con Dunga una transformación gradual, siempre respetando la base de jugadores que disputaron el último Mundial, a pesar de ser humillados ante su público por Alemania en las semifinales. Este fue el mensaje principal que el nuevo seleccionador lanzó en su participación en el ciclo de conferencias que el Cotif organiza para complementar la oferta futbolística.

La Casa de la Cultura se llenó para la ocasión. Dunga, estuvo acompañado por el exportero Gilmar Rinaldi, quien a sus cincuenta y cinco años ejerce como nuevo coordinador general de selecciones de la confederación brasileña. Los dos fueron campeones en el Mundial de Estados Unidos de 1994. «En Brasil siempre ha habido jugadores técnicos con mucha calidad pero el fútbol ha cambiado. Antes los futbolistas corrían cuatro o cinco kilómetros por partido, mientras ahora hacen más de diez. Es por ello que Brasil tiene que combinar su estilo histórico con una muy buena preparación física, jugadores de calidad con comprometidos, la fantasía con el sacrificio», explicó Dunga. El entrenador de la canarinha consideró que el nuevo fútbol premia más la eficiencia y que hoy, en cada partido, se disfrutan de muy pocas ocasiones, por lo que se exige máxima eficacia.

Sobre el Cotif, Dunga dijo que es ya un torneo de referencia a nivel mundial que la organización prepara perfectamente para acoger el mejor fútbol. El técnico brasileño abogó por potenciar la liga local de su país para que los jóvenes jugadores no crucen el charco a los quince o dieciséis años con el objetivo de disputar los campeonatos de España, Inglaterra, Italia o Alemania. «Deberían permanecer más tiempo en su casa, en su liga, con su gente y salir hacia Europa más mayores, como hacíamos nosotros, con una preparación mental, psicológica o física mayor. Algunos jugadores brasileños pierden dos o tres años cuando llegan a clubes de Europa porque aquí se les exige mayor responsabilidad táctica y les cuesta mucho adaptarse porque son muy jóvenes. Justo en sus mejores años, cuando ellos sólo necesitan jugar, jugar muchos partidos. Las dificultades les llegan de fuera del terreno de juego».

Tanto Dunga como Rinaldi explicaron que la federación está intentando establecer un patrón de juego que respeten todas las categorías, desde la Sub-13 hasta la absoluta. Un estilo que extraiga la esencia de los jugadores patrios sin rechazar el esfuerzo y el sacrificio. «Los jugadores tienen que conquistar el éxito para que lo valoren. Les tiene que costar llegar a la selección, se tienen que sacrificar. Y que después mantenerse sea mucho más difícil aún», sentenció el nuevo seleccionador. Tras la conferencia, Dunga y Gilmar Rinaldi firmaron en el libro de honor del Cotif y el técnico recibió la insignia de oro del torneo.