Desde las 09:00 hasta bien entrada la mañana el Camp del Pla de Alcàsser fue un hervidero de gente. Futbolistas, familiares, técnicos, aficionados y curiosos. Un ir y venir de gente que hacía entrever que no era una jornada cualquiera, que la Navidad está a la vuelta de la esquina y todos los equipos que jugaban en casa querían cerrar el año con una alegría para ellos y para su afición. No fue posible. Sin embargo, el buen ambiente reinó en el campo y en las gradas y ello es de agradecer.

No fue una buena jornada para los equipos que jugaban en Alcàsser. Los primeros en hacerlo fueron los alevines. El A recibía al Juventud Picanya y el B al Fundación VCF E. El primer partido acabó con un 0-11 favorable a los de Picanya. Un hueso duro de roer, porque el Juventud es el segundo clasificado del grupo A8. Por lo que respecta al encuentro entre el Alcàsser B y los valencianistas acabó con un marcador de 1-6. Aunque también hay que destacar que el Fundación VCF también está en la zona alta de la tabla del grupo B6.

Tras los alevines, llegó el turno de los benjamines. Los rivales, tanto del A como del B, los mismos. El encuentro entre el Benjamín A y el Juventud Picanya fue uno de los más interesantes de la jornada. Pese a que los visitantes llegaban sabiendo que el Alcàsser está en la parte baja de la tabla y ellos en la alta, se encontraron con un equipo que no puso las cosas fáciles. De hecho, el resultado final (0-1) demuestra la dificultad del encuentro para el Juventud Picanya. El partido del B ante el Fundación VCF E, por su parte, acabó 0-6. Pese a todo, los locales pusieron mucho empeño en sacar el partido adelante, como también hicieron los prebenjamines, los último en jugar en la mañana del sábado. El resultado final fue de 0-6.

La línea C jugaba a domicilio ante el At. Amistat. A punto estuvieron los benjamines de sacar algo positivo. Aunque, finalmente, no fue posible. También regresó a Alcàsser de vacío el Alevín C.

Pese a que los resultados no acompañaron a los equipos rojinegros, la buena sintonía existente en los equipos, ayuda a que el trabajo y la evolución de los integrantes de esta escuela vaya a más. Así, seguro que los puntos y los goles acaban llegando. Porque esta es una escuela que, gestionada por una empresa externa, pero dependiente del Ayuntamiento de la localidad, trabaja para que niños y niñas de la localidad crezcan deportiva y futbolísticamente, se formen aprendiendo los valores del compañerismo, la convivencia, el juego limpio y, sobre todo, la amistad. Porque cuando los resultados no llegan no hay nada mejor que el apoyo de tu compañero de vestuario para salir adelante.