Este ha sido un fin de semana atípico. Porque la competición de fútbol regional paró sin ninguna festividad a la vista. ¿El motivo? La huelga que decretó la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana como medida de protesta ante la nueva ley de voluntariado con la que el Gobierno quiere regular el fútbol base. Con ello, se pretende que todos los entrenadores estén dados de alta en la Seguridad Social, con el gasto que ello supone para las escuelas. Un dispendio imposible de asumir para muchas de ellas.

"Es la muerte del fútbol base y regional", reconoce el presidente del Silla, Ricardo Peris, quien considera que la huelga solo tendrá una consecuencia "si conseguimos que el fútbol profesional se una" a la reivindicación. Tampoco es muy positivo Manuel Segrelles, presidente del Juventud Manisense, quien duda mucho que el paro secundado vaya a servir para algo. "Al ser una ley del gobierno central, no creo que se sienten a negociar con las federaciones. Como pataleo está muy bien, pero que vaya a tener algún efecto... no lo sé. No sé, porque desconozco el apoyo que tenemos las escuelas", comenta.

Lo cierto es que de llevarse a cabo la medida, "sería un palo para los clubes pequeños", como dice el secretario del recién creado Sporting de Rocafort, Vicente Úbeda. En su opinión, la huelga "se tenía que hacer porque en algún momento hay que plantarse". "Se nos hace una montaña", añade Úbeda, quien al proceder de una escuela pequeña está en el mismo caso que Adolfo Valero, presidente del Cambridge Global Blue Sports. "No solo afectará a las escuelas, también a los padres. Todavía no hemos gestionado presupuestos, pero lo primero que haremos será una reunión informativa. Tendremos que decirle a los padres cómo está la situación", cuenta Valero, quien haría solo el esfuerzo por ver a los niños practicar el deporte que les apasiona. Algo que este fin de semana no han podido hacer. Ni ellos, ni los jugadores de Sporting de Rocafort, Juventud Manisense, Silla CF, o Sporting de Rocafort, que incluso paró la liga querubín que organizan. En Torrent, por su parte, no han retomado la actividad hasta este mismo lunes, cuando se jugaron partidos adelantados de las próximas jornadas.

Uno de los pocos campos en los que sí hubo actividad este pasado fin de semana fue el municipal de Manises. Huracán decidió secundar la huelga a la japonesa "porque entendemos que esto es un juego y hay que jugar. Sobre todo, por los más pequeños", cuenta su presidente Toni Hernández. Así que desde el Amateur hasta el Querubín, todos los equipos disputaron partidos amistosos entre ellos. "Para nosotros ha sido un fin de semana normal. De hecho, han jugado todos los equipos", añade el presidente del club rojiblanco. Como este, el Burjassot también disputó partidos amistosos este fin de semana.