Argentina y Rusia protagonizarán la final del XXXV RusiaCOTIFLa albiceleste se aferró a su orgullo, afrontó más de medio duelo con uno menos y defendió con uñas y dientes el 0-0 inicial ante una Uruguay que fue superior pero que no supo sacarle rédito. El clásico del Río de la Plata se decidió desde los once metros en una tanda en la que los metas se erigieron como protagonistas. En el momento más decisivo, Zalazar mandó a las nubes su lanzamiento y Colidio no perdonó la ocasión para dar a los suyos el pase a la última ronda del torneo.

En el primer acto, salvo en algún error puntual, Uruguay se exigió en todo. La celeste tuvo determinación, osadía y fútbol. De entrada, frenó a una Argentina, que partía como téorica favorita y luego la intimidó con un Brian Rodríguez celestial. El de Peñarol estuvo en todos los capítulos. Sus compañeros no siempre le encontraron con fluidez, pero este se las apañó para percutir por su cuenta. Le faltó más precisión en los últimos metros, pero fue un quebradero de cabeza para la zaga rival. De hecho, protagonizó la más clara del primer acto, pero se topó con un Pourtau infranqueable. El argentino voló para sacar una mano para el recuerdo y evitó el tanto de los charrúas. En el clásico del Río de la Plata tampoco falta intensidad y garra. Tanto que Ayala fue expulsado a los 30´ por doble amarilla. Argentina estuvo amodorrada. Imprecisa en la salida y previsible en la búsqueda de la portería de Silveira. Comenzaron con errores defensivos, se vieron superados constantemente en la medular por Barrios y Zalazar.

Tras el descanso la albiceleste respondió con aplomo y un poco de picaresca. El puzle no se desmontó y Uruguay pecó de inocente. Ni con superioridad lograron el ansiado gol. Los charrúas fueron un equipo racheado y no encontraron su mejor versión en ataque. Tanto fue así, que se llegó con el 0-0 al final. Todo se decidió desde los once metros, donde Uruguay acabó sucumbiendo. Pagó demasiado caros sus fallos. Colidio no perdonó en el quinto y definitivo. Al final, Argentina regresa a la final dos años después.