Salvo milagro, este próximo sábado 16 de noviembre el fútbol femenino. Ni el Valencia CF jugará contra el Atlético de Madrid, ni el Levante UD disputará su compromiso contra el Sporting de Huelva. La convocatoria de huelga va hacia adelante. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ha emitido un comunicado en el que anuncia que la Dirección General de Trabajo da por finalizada la mediación sin llegar a un acuerdo y entiende que la Asociación de Clubes del Fútbol Femenino (ACFF) "ha mostrado una actitud inmovilista, sin ofrecer alternativas o posibles soluciones para desbloquear el conflicto", ya que la Dirección General de Trabajo "entiende como justas las reivindicaciones de las futbolistas". Las negociaciones, que habían encontrado un punto de encuentro en las últimas semanas, no han fructificado y ahora mismo el único actor implicado capaz de evitar un parón, indiscutiblemente perjudicial para el fútbol femenino, es la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). La ACFF necesita acceder al 'Programa Élite' del ente federativo, el cual reportaría una cantidad de 500.000 euros a cada club y permitiría hacer frente a las demandas de las jugadoras y de la AFE. De hecho el presidente de los clubes Rubén Alcaine insiste al asegurar que "no es un problema de condiciones, sino económico".

La ACFF rechazó la propuesta del Gobierno, previamente aceptada por los sindicatos. La ACFF se escuda en que se sigue obviando "la necesidad de conseguir mayores ingresos como condición indispensable para alcanzar cualquier acuerdo", ya que la patronal no podría hacer frente a las demandas de la AFE de lograr una parcialidad del 75% y a los 16.000 euros como salario mínimo exigidos para rubricar el nuevo convenio colectivo del fútbol femenino. Rubén Alcaine ya explicó que el quid de la cuestión es económico, no sobre las demandas de las jugadoras, aunque recordó que en "España tan solo superan los salarios del fútbol femenino, la Liga Endesa, LaLiga Santander y LaLiga SmartBank".

Ante dicha situación de bloqueo Mediapro ofreció a la ACFF revocar el acuerdo alcanzado por los derechos audiovisuales de 12 de los 16 equipos de la Primera Iberdrola hasta 2022, a cambio de que la RFEF acepte la entrada de los clubes en el 'Programa Élite'. Esta adhesión permitiría el acceso a los clubes femeninos a los fondos de la RFEF, que ascienden a una cuantía de ocho millones de euros por temporada o lo que es lo mismo, medio millón para cada club. Una cantidad económica suficiente para hacer frente a las demandas de las jugadoras para desconvocar la huelga y acordar el nuevo convenio colectivo.

Sin embargo Luis Rubiales, presidente de la RFEF, se niega rotundamente a aceptar esta última propuesta por la que Mediapro retendría la retransmisión de dos de los partidos de la jornada. Rubiales lleva meses enfrentado con la empresa por diversos motivos y tienen abiertas varias causas judiciales. Asimismo el presidente de la RFEF exige la desconvocatoria de la huelga en primera instancia para después aceptar la entrada de los clubes en el 'Programa Élite'.

Normalidad hasta el último momento

Pese a que la convocatoria de huelga es firme e indefinida y está respaldada por unas 200 jugadoras, tanto el Valencia CF como el Levante UD se han ejercitado durante la semana con total normalidad como si este próximo fin de semana fueran a disputar sus partidos ante madrileñas y onubenses respectivamente. Ambos equipos y la gran mayoría de clubes de la Primera Iberdrola han preparado sus enfrentamientos correspondientes, incluso la Selección española disputó su partido de clasificación a la Euro 2021 contra Polonia. Y es que en definitiva serán las propias jugadoras las que decidan si respaldan el paro o no.