Es incuestionable que el fútbol femenino está creciendo en España. Muy lejos de lo que atrae, genera y se gasta en el masculino, lo cierto es que parece cuestión de tiempo que dé un salto cualitativo y cuantitativo en términos económicos. De la misma manera que los clubes y las jugadoras ven cómo está mejorando su situación laboral (todavía queda mucho camino), el estamento arbitral sigue estancado. Y piden soluciones.

Tanto las árbitras como las asistentes han decidido no pitar esta semana dada la situación de indefinición y falta de consenso entre la RFEF y la LPFF. El motivo es el coste del arbitraje.

"Las árbitras y árbitras asistentes de Primera División Femenina deseamos comunicar nuestra decisión unánime de no dirigir ningún encuentro del Campeonato Nacional de la Primera División en las condiciones actuales de indefinición de nuestra situación laboral y económica. En el contexto de una nueva competición profesional consideramos que el arbitraje femenino debe tener unas condiciones mínimas para el ejercicio de nuestra actividad dentro de la competición profesional. No es concebible que el estamento arbitral sea el único que quede al margen de un crecimiento que consideramos tan justo como necesario", publican.

El escrito continua diciendo: "Las árbitras deseamos prestar el mejor servicio posible al fútbol y eso pasa necesariamente por tener unas condiciones laborales mínimas asimilables a las del estamento arbitral de la competición profesional masculina, lo que implica poder disponer de unas condiciones laborales asimilables que nos permitan dedicar el tiempo necesario imprescindible que requiere estar en una competición profesional. Estamos deseando volver a pisar los terrenos de juego, pero con las condiciones adecuadas". Veremos cómo transcurre el asunto en las próximas semanas.