Cristiano Ronaldo se convirtió ayer, a falta de la firma del jugador portugués, en el segundo fichaje blanco de la nueva etapa de Florentino Pérez. Si la contratación hace unos días de Kaká ya dio que hablar por los 67´5 millones de la operación, la del luso supera con creces esos guarismos. El club blanco y el Manchester United acordaron ayer el traspaso del internacional luso por 94 millones de euros, y la reacción del mundo del fútbol no se hizo esperar, perpleja por las cantidades del fichaje más caro de la historia del fútbol.

La cantidad que Florentino tendrá que trasvasar a los ´Diablos Rojos´ no se debe exactamente a un traspaso. Es la cláusula que pactó el ex presidente Ramón Calderón en verano, cuando Ronaldo presionó a los dirigentes ingleses y a su técnico, Alex Ferguson, para salir. El United se negó en rotundo, pero el jugador logró que se pactara una cantidad de 80 millones de libras para el curso siguiente, que al cambio en la actualidad, supone algo más de 94 millones de euros.

Florentino ha intentado convencer en estas semanas al United para que rebajara esa cantidad a 60 millones y la posibilidad de incluir algún futbolista, pero en Manchester se han negado en rotundo. El pacto expiraba el 29 de este mes, y si alguna parte se tiraba hacia atrás quedaba penalizado con 30 millones. Pérez ha preferido no dilatar más un culebrón que ha durado varios años.

El presidente merengue tendrá a su segundo galáctico, pero a un precio de oro, sobrepasando con mucha distancia los fichajes más caros de la historia del fútbol. Precisamente, los cuatro más altos llevan la firma del propio Florentino, al que Laporta viene acusando de «reventar al mercado». El empresario ya rompió los ´cánones´ establecidos hasta 2001, pagándole a la Juventus 75 millones por Zidane. Hace sólo una semana acordó con el Milan los 67´5 de Kaká, y sigue en la retina de muchos aficionados los 61 por el entonces culé Figo.

La jornada de ayer empezó ajetreada en comunicados. El United había anunciado que había «aceptado» la oferta de «récord mundial» de 94 millones del Real Madrid, y que «a petición de Ronaldo» otorgaba al club blanco «permiso para dialogar con el jugador», con fecha tope el 30 de junio. Fue entonces cuando la entidad madrileña reconocía en su web la propuesta al Manchester y que esperaba «alcanzar un acuerdo con el jugador en los próximos días». Las críticas al montante de la operación llegaron a todos los rincones del mundo: de Barcelona, hasta Sudáfrica, donde está concentrada la selección, pasando por París, donde estuvo ayer el presidente de la UEFA, Michel Platini.