El Real Madrid puso ayer a la venta la nueva camiseta para la siguiente temporada. Una acción poco reseñable si no fuera porque sólo aparecen tres dorsales con sus respectivos nombres: Casillas con el uno, Sergio Ramos con el cuatro y Raúl con el siete.

Las especulaciones no tardaron en llegar, ya que se podía desprender de esta decisión de la entidad que el resto de los jugadores del plantel, a excepción de los flamantes refuerzos de Kaká y Cristiano Ronaldo, no tendrían el cartel de intransferibles como sus tres compañeros.

Con la importancia que tiene para el nuevo presidente blanco, Florentino Pérez, el concepto de la mercadotecnia, no se entiende bien que no tengan dorsal a la venta jugadores llamados a tener un papel importante en el nuevo proyecto como Pepe, Lass o Higuaín. La lectura podría ir más allá de que estos jugadores puedan decidir cambiar de número en pretemporada; entraría en los planes de los dirigentes merengues la posibilidad de estudiar cualquier oferta buena que pudiera llegar al Santiago Bernabéu.

Caso aparte son Kaká y Cristiano Ronaldo. Con el primer todavía no está claro que dorsal lucirá, aunque se ha especulado con el cinco, y en el segundo, elegirá el nuevo o el diez una vez estampe su firma y sea presentado. De momento, las polémicas inversiones de Florentino todavía no se están rentabilizando en forma de venta de sus camisetas, algo que ha venido utilizando el mandatario blanco, entre otros argumentos, para justificar los 170 millones desembolsados por ambos jugadores.

En cuanto al resto de efectivos, con 23 con contrato en vigor, parece que pueden pasar semanas e incluso meses hasta conocerse si terminará luciendo la zamarra blanca. Empezando por el grupo de los seis holandeses, con el cartel de transferibles en la pechera.