El futbolista estadounidense Jozy Altidore, uno de los verdugos de la selección española en la primera de las semifinales de la Copa de las Confederaciones, marcó el gol trescientos de la historia de esta competición, que cumple en Sudáfrica su octava edición.

Altidore, que milita en las filas del Villarreal español y que todavía no ha cumplido los 20 años, hizo en el minuto 27 de juego el primero de los dos goles que Estados Unidos marcó a España.

Su contribuyó al acceso de la selección de Estados Unidos por primera vez a la final de la Copa de las Confederaciones, torneo en que completa su cuarta participación.

Además, con la victoria conseguida por Estados Unidos, su rival, la selección de España, cerró una serie de quince victorias consecutivas y de 35 partidos sin perder.