Después de 35 partidos y dos años, la selección volvió a perder un partido. Los norteamericanos dejaron con las ganas a toda España de jugar la final soñada contra Brasil. No levantar esta Copa Confederaciones tampoco es un drama. La derrota es un accidente inesperado dentro de la trayectoria fenomenal de un equipo que en Sudáfrica ha dejado la sensación de estar mentalmente asfixiado. Faltó frescura y así los yanquis se llevaron un triunfo con el que ni siquiera ellos soñaban. Quizás la historia hubiera sido con Silva al máximo y sin las bajas de Andrés Iniesta y Marcos Senna.

No habrá final contra Brasil. Es una pena porque apetecía mucho ver a España jugar contra Robinho y compañía. El cara a cara David Villa-Kaká ya estaba listo. Palmar en la Copa Confederaciones no es para morirse, la derrota empieza a escocer cuando piensas que el rival que te gana se llama Estado Unidos. Una selección muy respetable, con algunos jugadores regulares y otros pocos buenos, vamos, que es mejor de lo que muchos pensaban, pero tampoco es la Naranja Mecánica. Récord por aquí, mejor selección del mundo por allá. El elogio facilón nos ha despistado un poquito, hasta se hablaba de darle un baño a los brasileños. Ya era demasiado. El trámite ante los yanquis se transformó en cura de humildad. El accidente debe servir para frenar un poquito la euforia sin perder de vista todo lo bueno que ya ha hecho este equipo.

Había un ambiente extraño antes del partido, incluso se vio a Del Bosque, míster tranquilidad, fuera del banquillo y un poco enfurruñado. España estuvo fuera del partido toda la primera parte. Estados Unidos fue superior con una receta bien sencilla: orden defensivo, fútbol directo y velocidad en el contragolpe. La chilena de Charlie Davies, un par de llegadas de Donovan, un disparo de Dempsey y el gol de Jozy Altidore. Un buen movimiento y potencia para dejar atrás a Capdevila. La maniobra mostró dos de las virtudes del delantero del Villarreal.

En los diez primeros minutos de la segunda mitad España sumó más ocasiones que en toda la primera parte. El equipo empezaba a parecerse a sí mismo. Tocaba y llegaba con peligro. Mejoró, pero la esperanza del gol se fue evaporando con el paso de los minutos. El gol del rapero Dempsey puso el asunto definitvamente imposible. Como en los partidos anteriores, los jugadores dieron muestras de estar mentalmente agotados, faltó frescura. Sin chispa, el juego de la Selección no tuvo el ritmo y la circulación de balón habitual.

No pasa nada por perder un partido, porque la sensación es que esta historia quizás hubiera tenido final feliz con David Silva, Andrés Iniesta y Marcos Senna.

-- Ficha técnica:

0 - ESPAÑA: Iker Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Piqué, Capdevila; Xabi Alonso, Xavi, Cesc (Cazorla, m.68), Riera (Mata, m.77); Fernando Torres y Villa.

2 - ESTADOS UNIDOS: Howard; Spector, Onyewu, Demerit, Bocanegra; Dempsey (Bornstein, m.86), Bradley, Clark, Donovan; Davies (Feilhaber, m.69) y Altidore (Casey, m.84).

Goles: 0-1, m.27: Altidore. 0-2, m.74: Dempsey.

Árbitro: Jorge Larrionda (Uruguay). Mostró cartulinas amarillas a Capdevila (36) y Piqué (88) por España; y a Donovan (5) y Altidore (8) por Estados Unidos. Expulsó por roja directa a Bradley en el minuto 86 por una entrada a Xabi Alonso.

Incidencias: encuentro de semifinal de la Copa Confederaciones, disputado en el Free State Stadium de Bloemfontein ante la presencia de 20.000 espectadores. Los capitanes leyeron unas frases antes del inicio en el día antiracismo, en contra de la discriminación y a favor de la igualdad.