Enrique Ortiz, accionista mayoritario del Hércules, opinó que el técnico Juan Carlos Mandiá se "precipita" a la hora de abandonar la entidad alicantina para dirigir la próxima temporada un equipo en Primera División y apuntó que el club ya busca un entrenador "de Primera" para sustituirlo.

Ortiz dijo no sentirse engañado por Mandiá, aunque admitió que la decisión del preparador gallego ha supuesto un golpe y se lo ha hecho pasar mal dos días porque formaba parte de un proyecto que los llevaban "de la mano".

Comparó la situación con la de un novio al que le deja la novia y tiene que buscar otra mejor y, siguiendo con el símil, reconoció que ya está "pidiendo la mano" al que debe ser el sustituto de Mandiá, con un perfil "mejor que el que se marcha, por lo menos con más historia y victorias en su haber".

"Mis pretensiones son traer uno (entrenador) de Primera", insistió Ortiz, quien sí que se mostró dolido por la situación que le está tocando vivir, aunque "en el fútbol parece que esto es normal". "Nosotros nos guiamos más por el corazón que con la cabeza y otros dan prioridad a otras cosas", dijo.

Ortiz, además, dejó entrever cierto enfado con el Racing de Santander por el hecho de haberse dirigido directamente a Mandiá pese a tener contrato en vigor, y expresó su preferencia por contratar un entrenador que no tenga contrato en vigor.

"Lo que está claro es que, en ningún caso, asaltaríamos nunca a ningún club. Hablaríamos con ellos y, si diera el visto bueno, haríamos lo que hay que hacer. Prefiero no cometer el error que han cometido otros", dijo Ortiz, quien se mostró convencido de que el adiós de Mandiá no supondrá la marcha de ningún futbolista de la plantilla.

El dirigente explicó, además, que ofrece "un proyecto" de "dos o tres años". "Eso de ir cambiando de entrenador, no. Ya he sufrido bastante y quiero algo a medio plazo. Y, desde luego, pondremos una cláusula para que no se pueda ir (el técnico) por el capricho de jugar en Primera", manifestó.

Respecto a un hipotético regreso de Mandiá al Hércules, opinó que no es él quien debe decir si el preparador gallego tiene las puertas cerradas, pero señaló que: "esto no creo que caiga muy bien a la afición".