Fernando Roig, presidente del Villarreal, aseguró ayer que con el fichaje del guardameta Xavi Oliva, procedente del Castellón, no hay «intención alguna de enemistarse con nadie». Estas declaraciones fueron hechas por el máximo dirigente del Villarreal tras las palabras de José Manuel García Osuna, copropietario del Castellón, en las que comentó que le llamaba «la atención que el todopoderoso Villarreal firme como segundo portero al suplente del Castellón».

Roig apuntó que no considera que en el Castellón deban estar «enfadados ni dolidos» por esta situación. «Esto es fútbol y los jugadores van y vienen. No hay intención de enemistarse con nadie. No creo que este fichaje enturbie nuestra relación con el Castellón», dijo.

En opinión del presidente del Villarreal, Oliva era un jugador que «estaba totalmente libre» y se le presentó una oferta «interesante para él y también para el Villarreal».

Por su parte, el jugador aseguró que en su anterior equipo, el Castellón, lo dio todo, pero añadió que las etapas se acaban y que la oferta del Villarreal le pareció «una oportunidad magnífica». Oliva, de 33 años, fue fichado por el Villarreal el miércoles a pesar de que el Castellón dio por hecho el martes que el guardameta seguiría en su disciplina las dos próximas temporadas tras llegar a un acuerdo con el futbolista en el que tan sólo faltaba la firma del nuevo contrato. «Todo ha pasado muy rápido. Me pareció una oportunidad magnífica para seguir avanzando en mi carrera deportiva. El Villarreal me ofreció retos nuevos y eso para mí fue lo más importante de todo. Para mí ha sido una grata sorpresa. Las oportunidades hay que aprovecharlas y no podía dejar escapar ésta», dijo Oliva.