Incidencias: Partido de ida play off Europa League, encuentro disputado Rat Verlegh Stadion de Breda, con catorce mil espectadores en las gradasEl Submarino cumplió en sus deberes europeos, con un triunfo rotundo en tierras holandesas que le deja prácticamente sellada su clasificación para la fase de grupos de la Euroliga. Era superior a priori, pero tocaba demostrarlo en el césped, y los de Valverde no desaprovecharon la primera oportunidad y evitar sustos de última hora en El Madrigal.

El NAC sólo pudo plantar cara en una primera parte que resultó más igualada de lo que se podía esperar, por la calidad técnica de un equipo y otro. Para equilibrar las fuerzas, los locales, extramotivados y en algunas fases incluso ´pasados de rosca´ en sus estradas, intentaron suplir su menor calidad con empuje en jugadas con balones aéreos al área de Diego López.

Pese al fevor del equipo holandés, acompañado por el calor de la grada, el conjunto de Valverde controló en buena parte las acometidas rivales, aunque le faltó mayor consistencia en el control y distribución del balón, así como más profundidad en sus acciones. La calidad de los groguets, ayer de azul marino, la segunda equipación, quedó patente desde los primeros compases. El mejor ejemplo fue el tanto de Rossi, tras un taconazo de lujo de Nilmar en una jugada de contragolpe que nació de los pies de Senna.

Pese a estar aún lejos de su mejor versión, en la recta final de la pretemporada, el Villarreal tuvo más ocasiones que el NAC para irse al descanso con ventaja. Incluso lo hubiera hecho si hubiera defendido mejor una jugada a balón parado que terminó con el balón, resbaladizo por la lluvia caída, fuera del control de Diego López y Loran remachando a puerta vacía.

La segunda parte, empero, sólo tuvo color amarillo. Ibagaza sacó una falta cuando la barrera y el portero aún estaban tomando medidas, sin haber pedido los pasos preceptivos, y el balón terminó en las mallas. Con el golpe psicológico y la merma física de los holandeses, los de Valverde fueron dejando pasar los minutos sin apenas apuros y a la espera de dar la estocada definitiva. De ello se encargó Llorente, tras un remate en plancha de puro delantero centro.