La llegada de Xisco Muñoz al Levante se quedó ayer al filo de lo imposible después de que el director deportivo del Betis, Manuel Momparlet, telefoneara al jugador para comunicarle que el club descartaba su cesión porque Antonio Tapia cuenta con él. Una de las acostumbradas contradicciones gestadas en la calle Jabugo que desde el entorno del jugador se interpreta como una estrategia para ahorrarse unos cuántos euros, pero frente a la que el Levante reaccionó con celeridad activando una opción B que de cerrarse en las próximas horas significará que Xisco quede descartado.

Por la mañana la cesión parecía a punto de cerrarse. El propio futbolista empezó a despedirse y llamó a Valencia para preparar su aterrizaje: la casa que tiene de su propiedad está alquilada y necesitaba encontrar otra para instalarse. Sin embargo, la llamada de Momparlet lo echó todo al traste. Los propios agentes del jugador fueron los primeros en transmitirle al Levante su pesimismo respecto a que la operación llegase a buen puerto.

Hoy está previsto que Xisco, que quiere hablar con su todavía técnico, haga un último intento con Lopera para tratar de desatascar la situación. Consciente de que su continuidad está ligada a la llegada del getafense Nacho a Sevilla, quiere saber de su boca si Tapia cuenta con él y teme que el tren del Levante se le escape. Aunque mantiene la esperanza, entre otras cosas porque su relación con Lopera hasta ahora era buena, sabe que está difícil.

Encima de la mesa del Betis hay otras propuestas, entre ellas del Cádiz, y el hecho de que los contratos de los jugadores del Betis le reserven a Lopera la potestad de decidir su destino —Joaquín estuvo cerca de acabar en el Albacete— juega en contra de un Xisco que lleva todo el verano con su futuro en el aire.

El jugador mallorquín es la primera opción del Levante para reforzar la mediapunta y la banda izquierda y había accedido a hacer un notable esfuerzo económico para ficharlo. Sin embargo, el escaso margen de tiempo que le queda, unido a que la necesaria llegada de un central está a expensas del gasto en el jugador ofensivo que falta, le han empujado a no dormirse en los laureles y activar rápidamente el plan B. De hecho, hay una oferta oficial cursada por el segundo jugador de la lista que de ser aceptada echaría al traste a Xisco. Esta segunda opción, además está en un escalón inferior, lo que permitiría un desembolso mayor en un central veterano que completase la defensa.

Para que la operación se reactive, eso sí, es necesario que el Betis, que sigue sin cerrar el fichaje de Nacho, recapacite rápidamente su postura. Y es que si el Levante tiene claro algo es que no puede permitirse el lujo de seguir esperando. Los técnicos lamentarían que el fichaje se esfume, ya que habían depositado en él muchas esperanzas para que el equipo diese un salto de calidad, pero no quieren correr el riesgo de quedarse compuestos y sin un jugador para su posición.

El futbolista, muy agradecido

Se haga o no finalmente la operación, lo cierto es que Xisco, que sigue loco por la música, se siente agradecido con el Levante, ya que es consciente de que si se cae no es por culpa de los granotas, que han puesto la carne en el asador. El ex del Valencia entiende que no lo pueden estar esperando hasta el último día, máxime cuando ya había un acuerdo encarrilado. Por la mañana, a la salida del entrenamiento, y dado que los verdiblancos tienen prohibido conceder entrevistas, la prensa local le arrancó estas palabras: «Estoy muy ´jodido´ porque rechazamos al principio de verano varias ofertas de Primera porque me dijeron que contaba para el proyecto de Segunda, y luego sale lo del Levante... Yo no lo entiendo».