Argentina-Brasil, un choque de fase final de un Mundial, un partido de estrellas, un clásico de alto voltaje y repercusión, tendrá una nueva versión este sábado en Rosario en una jornada clave de las eliminatorias de Sudáfrica 2010.

En un estadio que se convertirá en una caldera por la presión que ejercerá el público, los argentinos buscarán acercarse a la clasificación y los brasileños asegurarse matemáticamente una plaza para la cita máxima de la FIFA.

La selección de Kaká saldrá al campo con la confianza que impone su liderato en la competición regional y la de Lionel Messi con la idea fija de que éste es un partido decisivo, en el que sólo la victoria permitirá a los albicelestes mirar el futuro con claridad y esperanza.

A falta de cuatro jornadas para que se decida la clasificación directa de igual cantidad de selecciones y una repesca, Brasil está con un pie en el Mundial (27 puntos) y Argentina en un cuarto puesto que le incomoda (22).

El tópico es que se trata de un partido aparte, un capítulo que puede marcar a fuego a sus protagonistas, una pieza de colección en el fútbol del planeta entre una selección sureña con necesidades, con escaso margen para el error, y una canarinha afianzada como equipo.

"Nos jugamos la vida contra Brasil", afirma el seleccionador local, Diego Maradona, quien sueña despierto con este partido desde la derrota sufrida ante Ecuador por 2-0. "Fallamos en Quito, y ahora no nos podemos equivocar", mantiene.

"No creo que Brasil venga a jugar con cambios fundamentales en la alineación. Y los nuestros saben que donde pase uno con camiseta amarilla, hay que ir detrás de él. Nuestro equipo está bien, con todos los jugadores muy enchufados en el partido", indicó.

Dunga, responsable de la formación brasileña, asegura que Brasil "está preparado para afrontar todas las presiones" que suponen jugar en un estadio más pequeño que el 'Monumental' del River Plate, con los aficionados muy cerca de los jugadores.

Los jugadores argentinos y Maradona decidieron jugar por primera fuera del estadio riverplatense, donde la selección siempre disputó los encuentros de eliminatorias, porque tiene graderíos alejados del campo. Maradona no gastó demasiadas palabras para rotular el asunto: "es una congeladora", disparó.

El entrenador brasileño asegura que no destinará un marcaje especial para Messi, al entender que "no se gana nada con controlar a un jugador y dejar a los otros diez libres", y añadió: "Tenemos que tomar las precauciones naturales, es lógico, pero tenemos que pensar también en jugar".

Maradona, en cambio, ha dicho que le preocupa una sociedad entre Kaká y Robinho y afirmó que al delantero de área Luis Fabiano "habrá que ponerle un marcaje estricto".

"Del equipo brasileño me gustaría tener a Kaká, que aporta desequilibrio, y si fuera al revés a ellos les gustaría tener a Messi, seguramente", comentó "Pelusa" al destacar a las figuras de mayor atracción en este encuentro.

Ni Dunga ni Maradona han hablado en los últimos días de sus rivales de la semana próxima, Chile y Paraguay, respectivamente. Un Argentina-Brasil no deja ver más allá.

Alineaciones probables:

Argentina: Mariano Andújar; Javier Zanetti, Nicolás Otamendi, Sebastián Domínguez, Gabriel Heinze; Maxi Rodríguez, Javier Mascherano, Juan Sebastián Verón, Jesús Dátolo; Lionel Messi y Carlos Tevez.

Brasil: Julio César; Maicon, Lúcio, Luisao, André Santos; Elano, Gilberto Silva, Felipe Melo; Kaká; Robinho y Luis Fabiano.

Árbitro: Óscar Ruiz (COL)

Estadio: Lisandro de la Torre, "El Gigante de Arroyito", del club Rosario Central.

Hora: 21.30 local (00.30 gmt del domingo).

Maradona dice que Messi está mejor que nunca

El seleccionador argentino de fútbol, Diego Maradona, se manifestó entusiasmado con el rendimiento del delantero del Barcelona Lionel Messi en los entrenamientos del equipo albiceleste que se enfrentará mañana, sábado, a Brasil.

"Esta semana fue la mejor de Lio desde que lo tengo en la selección", aseguró Maradona.

Al ser consultado sobre las presiones a las que podría estar sometido Messi en este partido, el entrenador respondió: "No me gusta hablar de presiones. Presión tiene el tipo que se levanta a las 5 de la mañana para trabajar y no sabe si regresa a casa con cinco pesos para comer".

"Los jugadores tienen responsabilidades, no presiones. Y Messi sabe que tiene que dejar de ser promesa y hacerse hombre de golpe", afirmó.