El Sporting sumó los primeros tres puntos de la temporada a costa de un Almería que apenas creó peligro y que se presume como un rival directo de los gijoneses, que debieron haber resuelto este partido por una mayor diferencia de goles, pero en esta ocasión los delanteros rojiblancos no estuvieron acertados.

Los gijoneses se presentaban ante sus aficionados y lo hacían con un equipo totalmente renovado respecto al de la pasada temporada y con los cinco refuerzos llegados durante el verano en la alineación inicial, lo que suponía un aliciente adicional para el público que, además, conoció de primera mano como iba la marcha de la remodelación del estadio de El Molinón.

La presencia de Lora en el lateral derecho parece una muestra más del pulso que mantienen desde hace más de un mes el cuerpo técnico y el consejo de administración a propósito de los refuerzos, ya que el centrocampista nunca anteriormente había jugado en esa posición.

El técnico Manolo Preciado justificó su decisión indicando que lo hacía porque consideraba que Lora se adaptaba mejor que Sastre a la misión de frenar las internadas de Crusat y lo cierto es que, en anteriores enfrentamientos entre gijoneses y almerienses, el entrenador rojiblanco nunca había encomendado esa misión al capitán.

Fue precisamente Lora el que con una internada por su banda propició que el Sporting se adelantase en el marcador cuando apenas se llevaban jugados cinco minutos de partido, su centro fue desaprovechado en un primer momento por Barral que erró clamorosamente en el remate, pero el balón llegó a Diego Castro que, desmarcado, colocó el esférico lejos del alcance de Alves.

Los siguientes minutos fueron de contención por parte del conjunto rojiblanco y tímidos intentos almerienses de igualar el marcador, pero la defensa local se mostró concentrada en todo momento y Juan Pablo no pasó ningún apuro en toda la primera parte.

Otra internada de Lora, al que se le veía mucho más cómodo en cuanto cruzaba la línea de medio campo, propició un flojo remate de cabeza de Maldonado cuando se encontraba solo en el punto de penalti.

El Sporting volvió a hacerse con el control del partido y a crear ocasiones de peligro, la primera en una gran vaselina de Rivera que sale fuera por poco ante la mirada de pánico del portero almeriense y, la segunda un minuto después, de De las Cuevas que también salió alta por poco.

Rivera jugó en su posición más efectiva, como mediocentro, fue el mejor en esta primera mitad ya que no sólo movió el balón con acierto, sino que también ayudó en tareas defensivas en especial a Lora, que tenía que bregar con el rapidísimo Crusat.

Minutos antes del descanso, Rivera metió un balón sobre la llegada de Diego Castro que remató alto, desperdiciando una nueva oportunidad para el Sporting que se fue para el vestuario con la sensación de que podía haber sentenciado el partido y no lo había hecho.

La afición local aplaudió las acciones defensivas, especialmente las de Gregory, muy contundente, mientras que Rivera y De las Cuevas también dejaron un grato sabor de boca a los aficionados al término de los primeros 45 minutos.

El Almería creó, en la primera jugada de la segunda parte, más peligro que en toda la primera mitad, en un córner que Gregory tocó ligeramente de cabeza y Uche remató también de cabeza fuera por unos centímetros.

La réplica rojiblanca llegó en un balón despejado erróneamente por la defensa del Almería pero el delantero sportinguista se entretuvo demasiado y su disparo salió fuera por poco. Tampoco tuvo suerte en un remate de volea tras un centro perfecto de Lora.

El Almería comenzó a crear problemas y el árbitro a encrespar a los aficionados con algunas decisiones, pero sin que el Almería supiese aprovecharse de ello más que para lograr algunos centros de cierto peligro.

El argentino Pablo Piatti se encontró con un balón y mucho terreno por delante y no se lo pensó. Su centro ante la oposición de Rivera, que de nuevo fue el primero en ayudar en defensa, fue atajado por Juan Pablo en la intervención con más riesgo hasta ese momento.

Luis Morán empezó a crear peligro por la banda derecha por la que en toda la segunda mitad el Sporting no había entrado ni una sola vez. En una de esas jugadas, Diego Castro disparó rozando el poste derecho de la portería del brasileño Diego Alves.

A pesar de haber sido claramente superior a su rival el Sporting no sentenció y el público sufrió hasta el final porque el equipo gijonés les tiene acostumbrados a perder puntos en partidos de este estilo, pero en esta ocasión el Almería fue un rival demasiado endeble para aprovecharse de la situación.

- Ficha técnica:

1 - SPORTING: Juan Pablo, Lora, Botía, Gregory, Canella, Michel, Rivera, Maldonado (Luis Morán, m 65), De las Cuevas, Diego Castro (Diego Camacho, m 81) y Barral (Bilic, m 71).

0 - ALMERÍA: Alves, Michel, Chico, Santi, Cisma (Guilherme, m 75), Juanma Ortíz (Nieto, m 62), Bernardello, Soriano, Crusat, Uche y Corona (Piatti, m 45).

Goles: 1-0, m. 5: Diego Castro.

Árbitro: Delgado Ferreiro. Mostró tarjetas amarillas a Maldonado (m 7), Soriano (m 33), Cisma (m 63), Crusat (m 86), (Nieto m 89), Gregory (m 90)

Incidencias: Se guardó un minuto de silencio en memoria del que fuera capellán del club gijonés, Dionisio Alonso.