Didier Deschamps y Fernando Morientes vuelven a cruzarse en el camino del Real Madrid. Verlos paseando juntos por el Santiago Bernabéu trae a la memoria viejos y amargos recuerdos en la casa blanca. Giuly, Evra, Rothen, Squillaci, Plasil... Han pasado algo más de cinco años del desastre de Mónaco, pero aquella eliminatoria europea continúa presente en las pesadillas de la parroquia madridista. El Moro fue el elemento decisivo en los dos partidos. Con tres cabezazos, destrozó al equipo que le pagaba más de la mitad de la ficha y liquidó aquel proyecto de los Zidanes & Pavones, desmitificando un modelo que fue vendido como el paradigma del fútbol moderno y terminó siendo absolutamente inarmónico. Deschamps comandaba al pequeño club que «consiguió la luna» e hizo historia eliminando al Real Madrid de los Galácticos y al primer Chelsea de Abramovich. Los monegascos sólo claudicaron ante el Oporto de José Mourinho en la final de la Copa de Europa.

Aquel doble duelo fue una reivindicación personal para Morientes, despreciado por Florentino Pérez, maltratado por un presidente que le hizo la vida imposible: le apartó del equipo antes de la final de la Supercopa de Europa de 2002, lo mandó cedido a Monaco, fichó a Owen... La imagen de Florentino abandonando el estadio Louis II mientras un grupo de aficionados madridistas le silbaba fue como una especie de venganza. Un retrato del delicado porvenir que le esperaba en los meses sucesivos. Dos semanas antes, el Moro había firmado el segundo gol del Mónaco en el Bernabéu (4-2), un tanto que resultó simpático, insignificante y que, sin embargo, resultó decisivo. El delantero resultó todavía más dañino en Montecarlo, asistencia para Ludovic Giuly y golazo, victoria por 3-1 y el Madrid eliminado. Dechamps supo sacar lo mejor de Morientes, jugando como segundo delantero firmó una temporada espectacular y fue máximo goleador de la Liga de Campeones. El francés y el atacante de Cilleros se entendieron a la perfección.

Esa relación fue la que motivó a Morientes para hacer coincidir su destino con ´DD´. Deschamps le llamó para enrolarse en el atractivo proyecto del Marsella y el ex valencianista no pudo resistirse. El objetivo ahora es lograr un título para una institución que lleva 17 años sin lograr nada importante. Para ello ha invertido unos 40 millones en reforzar su plantilla con futbolistas como Gabriel Heinze, Souleymane Diawara, Édouard Cissé, Stéphane MBia, Cyril Rool y Fabrice Abriel. El fichaje estrella ha sido Lucho González, el argentino dejó el el Oporto por 18 millones de euros para convertirse en el líder de los galos. Refuerzos que mejoran el equipo en el plano atlético (más velocidad, más potencia) y completa una plantilla bien compensada, con experiencia, calidad y argumentos para algo más que limitarse a defender y contraatacar.

La alternativa del grupo

El presente será pasado esta noche. Deschamps y el Moro no serán las únicas caras conocidas, Edouard Cissé y Julien Rodríguez también formaban parte del Mónaco que logró ridiculizar al Madrid. Como entonces, los franceses Llegan sin hacer ruido, pero con jugadores de buena factura técnica, dificiles de contralar por su rapidez y verticalidad. No estarán Evra, Squillaci, Adebayor o Giuly, pero contarán el portero Mandanda, Cheyrou, Ben Arfa y el fenomenal Niang. El Real Madrid debe demostrar que se puede aprender de los errores, estaráFlorentino, aunque los Zidane, Ronaldo, Figo y Beckham de entonces son Kaká, Benzema, Cristiano y Xabi Alonso.

- Alineaciones probables:

REAL MADRID: Iker Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Albiol, Marcelo; Gago, Xabi Alonso, Kaká; Cristiano Ronaldo, Raúl, y Benzema.

O. MARSELLA: Mandanda; Bonnart, Diawara, Heinze, Taiwo; Mbia, Cheyrou, Lucho; Niang o E. Cissé, Morientes o Brandao, Niang o Brandao.

Árbitro: Martin Hansson (SUE).

Estadio: Santiago Bernabéu. 20.45 horas