Sólo han pasado cinco jornadas, el equipo está invicto, las cosas funcionan y económicamente el sol sigue escondido. Pero, aun así, el club está pensando en refuerzos y de hecho hay varios futbolistas a los que está marcando de cerca. Por si acaso luego surge la opción de fichar.

Los técnicos vienen incidiendo en las últimas semanas en el trabajo de campo de estudiar a futuribles interesantes, la mayoría de categorías inferiores, susceptibles de reforzar el equipo durante el mercado de enero. Además, tanto Quico Catalán como Luis García están al día de las gestiones realizadas y de que hay ya nombres concretos sobre la mesa. La maquinaria no se detiene y a priori los puestos más rastreados son la medular, donde el canterano Marc Mateu está teniendo protagonismo, y el ataque en el caso de que se marche un delantero como Del Moral, que apostó por cambiar la opinión de Luis.

«Hemos mirado ya algunos posibles refuerzos», admite el míster. «No estamos parados, sobre todo Manolo Salvador y Aizpurúa, que han visto a algunos. Tenemos que estar preparados por si acaso, aunque luego es muy difícil que cuando llegue diciembre podamos reforzarnos, aunque el trabajo hay que hacerlo de todas las maneras».

Por una parte, los técnicos cumplen con su trabajo de prepararse ante la posibilidad de ver una ventana abierta en el mercado de enero. Por la otra, piensan en alternativas para eventuales salidas mostrándose ajenos a la posibilidad de que su trabajo termine viéndose cortado en el caso de que un nuevo dueño aterrice a corto plazo y opte por la ruptura en lugar de por la continuidad del actual proyecto.

Económicamente está claro que el Levante no está para fichajes. Sin embargo, el pasado invierno consiguió la cesión casi a coste cero de Felipe. Un antecedente que invita a no quedarse quieto y abrir puertas. A finales de agosto, de hecho, ya se valoró la posibilidad de no hacer ni siquiera el fichaje de Xisco Muñoz si persistían los problemas con el Betis y esperarse al invierno para no fichar por fichar.

Sin embargo, la otra opción es que se vean obligados a dejar escapar a algún futbolista. Aunque el presupuesto está cerrado y en principio se han provisto fondos para evitar otro desfase, los técnicos recelan de que llegado el caso el Levante se vea en la obligación de desprenderse de un jugador, un ´Geijazo´ como el que se estudió el año pasado, o que un equipo de superior categoría llame a la puerta.