Hacía mucho tiempo que un jugador no generaba tanta expectación. Felipe Caicedo recibió el cariño de su nueva hinchada y de los compatriotas ecuatorianos que se pasaron por Orriols. Nada más pisar el césped del Ciutat de Valencia le esperaba una bandera enorme de su país y un periodista enfervorecido que, pegado al móvil, contaba a pie de campo todos los movimientos de ´Felipao´. Ese curioso momento fue el punto y final de una mañana repleta de acontecimientos para el tripulante ´25´.

Caicedo no está acostumbrado a madrugones. Un ligero retraso en la revisión médica por varios motivos —estaba prevista a las 8 de la mañana en las instalaciones de UMIVALE— redujo su primer entrenamiento a una media hora. Luis García, contrariado, quería tenerlo desde el principio. Por la tarde fue uno más. Llegó a la Ciudad Deportiva de Buñol junto al delegado Andrés Garcerá, que lo llevó en coche del vestuario al campo de entrenamiento. Con una camiseta ceñida (talla L), que remarcaba su tremendo físico, unas botas moradas con una franja naranja, muy llamativas, y casi 60 minutos después del inicio de la primera sesión del día, Felipe conoció a sus compañeros de viaje. Antes de verse cara a cara con Luis, el ´emperador de Guayaquil´ se enfundó en un cariñoso abrazo con Gustavo Munúa, su compañero de habitación en los desplazamientos con el Málaga. No se sentirá solo y no sólo por el uruguayo; Xavi Torres y Valdo lo conocen de sobra. Ya desde el primer día se dio cuenta del buen rollo del vestuario granota. Algún día su música sonará... si entra en el repertorio de Miguel Pérez y Xisco Nadal. El preparador físico Estanis Asensi fue el primero en comprobar en Buñol que Caicedo está como un toro. Le bastaron un par de movimientos en carrera. Luego dejó algunos detalles en los partidillos en reducidas dimensiones de tres contra tres (sin contar a los porteros), con Nano y Robusté de camaradas de equipo. Antes de ir a la ducha firmó unos autógrafos a los cinco aficionados que desafiaron a la lluvia; un avance de lo que le esperaba en el estadio.

La intimidad del vestuario, el punto neurálgico en el que convergen y se metabolizan los éxitos y fracasos inherentes al fútbol, sirvió para acoger y ofrecer la bienvenida a la última contratación. Todavía no está su foto; la tendrá en el encuentro ante el Villarreal. Los capitanes Sergio Ballesteros y Xisco Nadal le escoltarán. Felipe repitió el mismo discurso ilusionante del aterrizaje, ataviado con una camiseta de Rocky. «Sé que vengo a un equipo humilde y lo hago con ganas de salir adelante. Vengo a ayudar. Es el objetivo que me he propuesto; quiero crear mucha ilusión y optimismo. Quería estar en el Levante y volver a la Liga española. No me planteaba otro lugar. Estoy agradecido al club por la oportunidad que me ha brindado. Este equipo me abrió las puertas para regresar a España. Era lo que deseaba», argumentó Caicedo, quien además resaltó su perspectiva más colectiva, que encaja perfectamente con la comunión que existe en la ´manada de Luis García´. «Hay un grupo humano muy bueno. El equipo destila felicidad. Mis compañeros que estaban el año pasado en el Málaga me lo habían dicho», añadió el delantero.

Un reto personal

Ya dijo Luis García que ´Felipao´ es un delantero diferente a Stuani y Rafa Jordà. El ´25´ remarcó su polivalencia y aseguró que se había marcado como reto personal firmar entre 15 y 20 goles, «siempre con la meta de ayudar al equipo». «Me gusta retrasar mi posición un poco para atacar desde atrás, aunque me siento cómodo en las tres posiciones delanteras. Me gusta marcar y para hacerlo hay que estar muy cerca del área», aseguró el ecuatoriano. Caicedo está preparado para debutar el próximo 12 de septiembre ante el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez. Su inactividad es inexistente ya que ha hecho pretemporada con el Manchester City. Su predisposición es absoluta y diáfana: «Estaré donde el entrenador quiera que esté. Estoy a su disposición». Un claro guiño ambicioso a Luis García Plaza.

ARGUMENTOS

El cuarto del Málaga

Ya es tradición que el Málaga sea uno de los equipos de algún jugador granota. Hay muchos precedentes, aunque es esta temporada cuando se han superado todas las previsiones. Munúa, Xavi Torres, Valdo y Caicedo fueron ´boquerones´ el pasado ejercicio.

El ´25´ por obligación

Dudó en ponerse en la camiseta ´Felipe´, ´Felipe Caicedo´ o ´Felipao´, como algún amigo le bromeó, pero al final optó por su apellido ´Caicedo´. Lo del número no tenía salida: el ´25´, el único dorsal que quedaba libre, habitual de los porteros. Lo llevaba Mora.

Menudo bólido

Aunque no conducía él, todos los que aún estaban en el estadio tras la presentación (aficionados, prensa y empleados del club) se quedaron alucinados con el coche que le esperaba para llevarlo a comer. Un reflejo del cambio de categoría.

La sonrisa de Quico

Una de las notas simpáticas de la presentación tuvo a un periodista ecuatoriano como protagonista. Radió a pie de campo la presentación de Felipe. Incluso metió en directo por teléfono a Quico Catalán.