La plantilla ha formateado su discurso duro. Prácticamente con tiempo suficiente para ver por televisión la derrota del Villarreal en Zagreb puesto que los jugadores se marcharon del Ciutat en los primeros compases de este duelo europeo, Luis García también ha pasado página y espera ver una mejoría ante el Submarino, por lo menos que compita. Así se lo transmitió a sus jugadores en la terapia antidepresión del lunes... y desde la doble sesión del miércoles. Ayer no fue para menos y comenzó a implantar los conceptos técnicos-tácticos para ´mojarle la oreja´ al tercer equipo europeo seguido que se cruza en el camino granota.

El técnico madrileño tiene especial preocupación con el poderío ofensivo de los amarillos. Nilmar llegará fresco ya que Garrido le dio descanso en Europa y Rossi sólo disputó ayer media parte. Luis sabe que si sus jugadores le echan el cerrojo a su defensa y cortan la sangría de goles —ocho en los dos primeros partidos—, la ´machada´ es posible. En ataque, el contragolpe debe resultar crucial ante un equipo que juega con las líneas bastante adelantadas. En este aspecto el ´factor Juanlu´ es clave.

Un partido de once contra once cimentó la primera sesión a puerta cerrada de la semana —mañana y el domingo serán las dos últimas—. Todo apunta a que no habrá una tercera revolución en forma de cambios, aunque ayer el míster volvió a variar sus piezas en ambas formaciones. Entre las pinceladas que se pudieron rescatar destacan la presencia en un mismo once de Héctor Rodas, escoltando a Ballesteros, junto al doble pivote clásico: Pallardó y Xavi Torres. Nacho González se retiró antes de tiempo por una sobrecarga, por lo que el regreso de Rubén a la titularidad toma más fuerza. Lo más claro es que Jordà tendrá continuidad. Fue la única sonrisa en el «castigo excesivo» del Alfonso Pérez.