Hoy toca morder… más que nunca. Esta tarde noche se enfrentan en el Ciutat de Valencia dos equipos con objetivos y recursos totalmente opuestos y la única forma de enjugar las diferencias deportivas y económicas existentes hoy en día entre Levante y Madrid es no guardarse ni un ápice de energía. El conjunto merengue,a través de su presidente Florentino Pérez, presentó hace días un presupuesto de 450 millones de euros —el Levante tiene 19— que es el más elevado que jamás ha tenido un club en la historia del fútbol y hoy se mide a un equipo, el granota, que acaba de salir de la ley concursal —lo que significa que ahora destina gran parte de su presupuesto a pagar parte de sus deudas— y, al mismo tiempo, tiene el presupuesto más bajo de toda la Liga BBVA.

Si el fútbol fuesen matemáticas hoy el Levante no debería saltar ni al césped pero, por suerte, no lo son y aunque son muy pocos los que creen que los granotas puede dar hoy la campanada, en el propio conjunto azulgrana están convencidos de que opciones tienen. Los tres puntos cosechados en Almería —unidos a la mejoría experimentada días antes ya ante el Villarreal— han servido de punto de inflexión y han hecho ver la luz a la afición y a la plantilla levantinistas, una plantilla en la que dos de los jugadores que participaron directamente en aquel encuentro en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo como son Xisco Muñoz y Nano representan a la perfección el sentir del grupo en las horas previas al choque.

«Casi perfectos»

Xisco Muñoz lo tiene claro: «somos conscientes de la dificultad porque nos medimos a un gran equipo, uno de los más potentes del mundo, pero todos tenemos nuestras armas y tenemos que intentar aplicarlas desde el principio. Para sacar un buen resultado contra el Madrid cualquier equipo tiene que hacer las cosas casi perfectas y, además, tener la suerte de que ellos tampoco tengan un día especialmente acertado. Si esos condicionantes se dan podemos ponerles en aprietos», afirma.

Que se sientan «incómodos»

Nano, por su parte, cree que la clave radica en hacerles sentir «incómodos»: «desde el primer minuto tenemos que intentar jugar nuestras bazas para que se sientan incómodos y no puedan desarrollar el fútbol que tienen. A nadie se le escapa que un equipo como el Madrid te puede hacer un roto en un abrir y cerra los ojos, en cuanto te descuides, pero nosotros tenemos que evitarlo esgrimiendo nuestras armas que también las tenemos. Si lo conseguimos podemos tener posibilidades de sacar algo positivo». El mensaje es prudente... pero van en serio.