Fernando Torres tiene claro que quiere dejar el Liverpool para jugar en el Chelsea. Después de que la entidad de Anfield rechazase una primera oferta de 40 millones de euros, el delantero optó por forzar al máximo la situación exigiendo al club que negocie y facilite su traspaso poniendo en manos de su capitán —Steven Gerrard— un sobre con un transfer request, la carta firmada por su puño y letra en la que expresaba públicamente su deseo de cambiar de club. Lógicamente, los reds no quieren desprenderse a cualquier precio de su estrella y han tasado a ´The Kid´ en 58 millones de euros, una cantidad que podría estar al alcance de Roman Abramovich, del que se espera una última ofensiva antes de que acabe la jornada de hoy.

Torres aguarda una resolución antes de la medianoche de hoy, cuando se cierre el mercado invernal.Torres se siente tan desilusionado como engañado. Nada es lo que era desde que emigrara Rafa Benítez al Inter. Resulta que el pasado verano ya le prohibieron su marcha al club londinense porque, entre otras razones, le prometieron un equipo competitivo. Otra de las posibilidades que se barajan es que el magnate ruso ponga una cantidad entre 46 y 50 millones de euros pero que incluya en la operación al francés Nicolás Anelka. Lo que está claro es que el Liverpool, según publica la BBC, está muy molesto con Torres por su solicitud para abandonar el club.