El Villarreal ha cerrado su duodécima temporada en la máxima categoría del fútbol español, tras una campaña que será recordada como la más completa de la historia, como así han certificado tanto el presidente, el técnico, como lo mismos futbolistas.

El Villarreal ha acabado cuarto el campeonato liguero, lo que le permitirá poder jugar la Liga de Campeones si superan una eliminatoria previa; mientras que en la Liga Europa se alcanzaron las semifinales y en la Copa del Rey, el equipo castellonense cayó en los cuartos de final.

Además es digno de valorar que todo esto se ha conseguido con un equipo que, en un principio, se había calificado como de transición después de que no se hubieran realizado muchos fichajes y que se apostará por el equipo filial para reforzar la primera plantilla, tras ascender a nueve canteranos.

La apuesta ha sido más que satisfactoria, ya que la mitad de ellos se han mostrado como jugadores importantes a lo largo de la temporada. Futbolistas como Mateo Musacchio, José Manuel Catalá, Mario Gaspar y Marco Ruben, han acabado la temporada como casi imprescindibles para su equipo.

A ellos cabe sumar la gran actuación del delantero italiano Giuseppe Rossi, que se ha erigido con sus 34 goles en las tres competiciones, como el jugador clave de su equipo. Aunque sin duda la clave de la buena temporada del Villarreal ha sido, la regularidad y el nivel de un grupo clave de jugadores.

Así futbolistas como Diego López, Bruno Soriano, Santi Cazorla y Borja Valero, forman el núcleo fuerte del equipo. A ello se debe sumar la buena dirección del técnico Juan Carlos Garrido, que ha sido capaz de mantener la tensión competitiva de su equipo en todas las competiciones.

En la parte negativa, las lesiones han sido clave. Sin duda el Villarreal ha echado en falta en esta recta final de temporada a jugadores como Gonzalo Rodríguez, Ángel López o Marcos Senna, todos ellos fuera del equipo por una larga temporada.

Con ello sin duda se puede diferenciar la temporada en dos partes claras: la primera en la que el equipo se centró en la competición de liga, en la que defendió la tercera plaza y logró un récord de puntos en una vuelta de campeonato con 43 puntos.

En la segunda, el equipo acuso las bajas en la Liga, donde perdió la tercera plaza, y se centró en la competición europea, en la que alcanzó las semifinales, y en la Copa donde se alcanzaron los cuartos de final.

En esta recta final de la temporada, el Villarreal echó en falta una plantilla más amplia y experimentada. Algo que de haber tenido le hubiera servido para afrontar con más fuerzas los partidos claves.

Así, en Liga perdió la tercera plaza en favor del Valencia, en la Copa tuvo que dejar ir la competición ante el Sevilla y en Europa, las fuerzas no le permitieron competir de igual a igual con el Oporto, a la postre campeón de la Liga Europa. Algo que desde el club se reconoce que servirá para preparar la próxima temporada.