Turquía fue una mala tarde. La Selección afronta la hora de la verdad ante la República de Irlanda en un partido donde finalmente sí estará presente Paco Alcácer. El atacante del Valencia ha pasado las últimas horas entre algondones pero ha decidido forzar al máximo para echar una mano a sus compañeros en busca de la final del próximo lunes. El de Torrent recibió un fuerte pisotón en un dedo del pie que le obligó a retirarse antes de tiempo del último encuentro de la fase de grupos ante los turcos. Todavía hay dolor, pero pesa más la ilusión de ser campeón de Europa.

El conjunto dirigido por Ginés Meléndez comenzó su andadura con una victoria, no sin polémica ya que el partido fue suspendido debido a las condiciones climatológicas adversas, por cuatro goles a uno contra la selección de Bélgica, en un partido en el que marcaron Sarabia, Alcácer, Muñiz y Morata. La idea es recuperar esas sensaciones. Las mismas que les permitieron golear sin miramientos a Serbia. Para el seleccionador, el pinchazo fue solo un accidente. «Lo importante era que todos jugaran. Tuvimos mala suerte. Hicimos dos goles en propia puerta pero, para mí, lo importante era que todos los chavales jugasen porque todos ellos se merecen mi respeto. Se nos vino todo en contra. El resultado era malo y cuando creímos que con los cambios resolveríamos la situación nos hicieron otro gol. Pero lo importante era que todos jugasen», declaró Meléndez. La gente está fresca y con energías renovadas.

Checos contra serbios

La otra semifinal del Europeo la disputarán, a partir 17:45, la selección de la República Checa, que finalizó el grupo A con pleno de victorias y la de Serbia, que acabó en segundo lugar del grupo B.