Hasta Vila-real ya ha llegado que el Manchester United está dispuesto a poner 10 millones de euros por Bruno encima de la mesa. En la entidad amarilla nadie se ha referido a la oferta por el jugador de Artana ni abierta ni públicamente, pero todo apunta a que la cúpula de la entidad —Fernando Roig, su hijo y José Manuel Llaneza— sabe que la cosa puede ir en serio aunque, por esa cantidad, ni se plantea vender al futbolista.

La cosa es muy sencilla. El Villarreal necesitaba vender este verano para cuadrar números y por eso dio salida a Santi Cazorla pero ahora, con los números ya cuadrados, tan sólo tiene la intención de mejorar la plantilla mientras las cuentas no le obliguen a lo contrario. Además, con Bruno se da la circunstancia de que es el futbolista llamado a ser el relevo natural de Marcos Senna —que ya este verano a punto estuvo de no renovar— en el eje del equipo groguet y eso, unido al hecho de que ya es un futbolista consagrado que ha llegado incluso a debutar con la Selección Española, hace que se cuente con él en la planificación del futuro como piedra angular (no en vano se le renovó hasta 2016 en agosto de 2010) y que de momento no se contemple su venta.

El Barça ya le tentó

A partir de ahí, lo que sería inevitable sería su salida en el caso de que un club viniese con los veinte millones de euros en los que quedó fijada su cláusula de rescisión de contrato cuando renovó el futbolista y el propio Bruno quisiese salir. Sólo en ese caso parece que se marcharía puesto que cabe recordar que otros clubes de máximo nivel como el Barcelona, en su día, ofrecieron cantidades superiores a diez 'kilos' por él y lo que hizo Fernando Roig entonces fue renovar al futbolista y mejorarle el sueldo.

El mandatario del Villarreal, además, en los últimos días ha insistido en la idea de que el Villarreal «volverá a ser grande» y todo apunta a que, con esa filosofía, lo más apropiado es hacer lo posible por retener al de Artana.