La trayectoria esta temporada del Castellón está llena de sobresaltos y el próximo fin de semana la gravedad de la situación puede subir varios grados más. La plantilla lanzó la semana pasada la amenaza de no jugar si no se daba solución por parte de la entidad a los impagos que sufren los futbolistas y desde ayer la opción de que no se juegue el domingo ante el Acero cobra muchos enteros.

Así lo confirmaba ayer a SUPER el propio capitán del conjunto ´orellut´, Aarón Torlá, tras comprobar que el anuncio hecho la semana pasada por el presidente Fernando Miralles de empezar a pagar este lunes no se cumplía. «En la reunión del jueves nos dijo que el lunes nos pagaría el primer mes y a lo largo de la semana se producirían más pagos, pero esta mañana he estado en el club, Miralles no ha acudido y nadie sabía nada. Otra promesa que no se cumple, así que ahora mismo nos mantenemos en nuestra idea de no jugar el domingo. Ya estamos cansados de que no se cumplan nunca los plazos», señaló el jugador.

La plantilla ya se puso en contacto con representantes de la AFE, la Asociación de Futbolistas Españoles, para asesorarse en los pasos legales a dar para declararse en huelga. Los jugadores tuvieron ayer descanso, tras la victoria del domingo en Mislata (0-2) y hoy regresan a los entrenamientos. Los pupilos de Fernández Cuesta tienen previsto seguir ejercitándose cada día «para preparar el partido, pero sí no se producen acontecimientos y se arregla la situación no vamos a jugar», incidió Aarón.

El ambiente en el vestuario albinegro no puede ser de mayor pesimismo por la falta de soluciones de la directiva que comanda Fernando Miralles. En el periodo invernal cinco jugadores abandonaron el club y otro grupo no lo ha hecho porque no se lo han permitido. El Castellón no puede firmar futbolistas por las denuncias que tiene por impagos de temporadas anteriores, incluso el técnico no puede sentarse en el banco al no poderle tramitar su licencia, de ahí que hayan evitado una ´diáspora´ total de jugadores, lo que les hubiera impedido tener gente para disputar los encuentros. «Lo peor es que no vemos solución. Todo está bloqueado, el presidente no aporta ninguna solución, las instituciones tienen bloqueadas las ayudas hasta que se vaya Miralles o porque no se fían de Castellnou —los máximos accionistas, que trasladaron sus acciones a Miralles—, y la gente está ya muy apurada. Algunos están buscando trabajo para las tardes», explica el capitán. Los propios jugadores han mantenido reuniones con otros aspirantes a tomar las riendas del club como Jesús Jiménez o Francisco Chinchilla, pero ninguno ha dado el paso definitivo. Incluso han hablado con representantes del Ayuntamiento, que les trasladaron su idea de apoyar a quien presente un proyecto serio, pero no con Miralles al frente o con la sombra de Castellnou sobre Castalia.