La policía no actuó para evitar la mayor tragedia del fútbol egipcio, que causó anoche 74 muertos, porque tenía miedo de los hinchas, aseguró a Efe el director del estadio de la ciudad mediterránea de Port Said, Mohamed Yunis. "Los policías no actuaron porque tenían miedo, se limitaron a mirar porque temían que los lincharan", señaló Yunis en el estadio, donde todavía quedan restos de la batalla campal con botellas, sillas arrancadas y zapatos en el césped.

Yunis adelantó que el fiscal acudirá en breve a las instalaciones deportivas para iniciar las pesquisas.

La salvaje batalla entre los aficionados del club local de Port Said, Al Masry, y los del equipo rival, el cairota Al Ahly, estalló nada más pitar el árbitro el final del partido que habían ganado los primeros por 3 goles a 1.

Yunis señaló que lo que ocurrió anoche "venía de antes, porque desde la semana pasada los ultras de ambos equipos se calentaron en las redes sociales".

Según explicó a Efe un testigo presencial de los hechos, Hosam Mohamed Mustafa, los hinchas del Al Masry amenazaron de muerte desde el comienzo del encuentro a los seguidores y jugadores de rivales, y al final se lanzaron al campo para perseguirlos.

La calma ha vuelto hoy al estadio y sus inmediaciones, de donde todavía no han sido retirados algunos vehículos calcinados durante los disturbios, según pudo constatar Efe.