Punto y pelota a la historia. Y nunca mejor dicho. El Barcelona se ha cansado de la prensa madridista. La entidad azulgrana, harta de críticas, malas artes y «lesiones» a la imagen del club, decidió ayer, mediante un comunicado publicado en su página web oficial, vetar a los periodistas de Punto Pelota, programa de fútbol que se emite todas las noches en Intereconomía TV y donde el equipo que entrena Pep Guardiola es un tema de tertulia asegurado.

El club catalán «ha suspendido la utilización de las acreditaciones de prensa a favor de Intereconomía TV que dan acceso a las instalaciones». Además, señalan que solo volverán a cederles los derechos y los pases de acceso cuando «sea resarcido del perjuicio a su imagen con unas disculpas públicas y se asegure por escrito que estas prácticas no se volverán a repetir». Y es que en el Barcelona, aunque dicen respetar «el contenido editorial e informativo de cualquier medio de comunicación», no toleran que ningún medio de comunicación vulnere «la declaración de principios de la profesión periodística recogida en el código deontológico del Colegio de Periodistas de Catalunya».

El comportamiento de los periodistas de Punto Pelota ha colmado el vaso de la paciencia en el seno de la entidad azulgrana. El pasado martes algunos trabajadores de este programa de Intereconomía intentaron compincharse con el presidente de L´Hospitalet para que este sonsacara información referente a la renovación de Guardiola. En aquellas conversaciones, a las que se prestó el mandatario de l´Hospitalet, ninguno de los interrogados (el vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu; el secretario técnico, Andoni Zubizarreta; y el portavoz del club, Toni Freixa) desveló los planes del futuro de Josep Guardiola. Un día más tarde, durante los quince minutos en que los medios de comunicación tuvieron acceso al entrenamiento de la primera plantilla, el programa se dedicó a leer labios e intentar descifrar mensajes ocultos. De hecho, tras ese día, todas las sesiones han sido a puerta cerrada.

Punto Pelota, por su parte, se defiende. «Estamos absolutamente sorprendidos. Fuimos honestos y explicamos todo lo que pasó, cómo se gestó el reportaje. Puede que nos hayamos equivocado», explicó José Antonio Luque, redactor jefe de Punto Pelota. «Nos sorprende mucho además que también moleste la lectura de labios de un entrenamiento, una practica que han hecho todos los medios de comunicación en los últimos veinte años. Estamos sorprendidos. Esperamos a ver cómo reaccionan los colegios profesionales del periodismo», añadió.

Vulneración del derecho a la información para unos, vulneración de la dignidad de una entidad para otros... Lo cierto es que en Can Barça se han cansado de que la prensa, con reconocidos aires madridistas, intente buscarle los tres pies al gato y pretenda hacer noticia de allí donde solo hay una frase o una conversación. Y esto solo acaba de comenzar.