El Barcelona recibe esta tarde al Sporting de Gijón, pero en la grada del Camp Nou se hablará más del futuro de Pep Guardiola que de los tres puntos en juego y de la baja por sanción de Messi.

Con la Liga a diez puntos respecto al Real Madrid y al margen de lo que pueda suceder sobre el terreno de juego, los seguidores culés acudirán hoy al coliseo azulgrana más optimistas que en pasadas jornadas respecto a la posible continuidad de Guardiola. El motivo, la cena que compartió el de SantPedor con el presidente Sandro Rosell, en la noche del jueves, según informó ayer El Periódico de Catalunya. Según el medio catalán, aunque durante el ´cónclave´ no se alcanzó una decisión definitiva, sí que se dejó el acuerdo mucho más cercano para que Guardiola continúe la próxima temporada al frente del equipo.

El técnico, cuestionado tras el entrenamiento por la cita, no confirmó que vaya a continuar. «Habitualmente hacemos reuniones periódicas. Ha habido muchas. Es una reunión más. Hablamos de muchos aspectos que quedan entre nosotros. No me siento obligado a decir que sí a la renovación. Volvería a daros la misma respuesta de siempre. Lo sabréis cuando se dé la solución», señaló lacónicamente el técnico azulgrana.

En la reunión, realizada en casa del máximo mandatario del club, también estuvieron presentes Tito Vilanova, ayudante de Pep, Andoni Zubizarreta, director deportivo, y el vicepresidente deportivo Josep María Bertoméu. El retraso en la decisión del técnico para dar el OK a su ampliación de contrato, según se apunta desde Barcelona, se debería a la salud de Tito Vilanova, considerado por Guardiola como imprescindible en su filosofía de trabajo, y que hace unos meses fue operado de un tumor en la garganta. La intervención fue un éxito, pero para Pep es primordial que Vilanova pueda estar en plenas condiciones su lado en el día a día durante la próxima temporada.

También se ha especulado, sobre todo desde que el propio Guardiola pidió públicamente hace unas semanas tiempo para contestar al club, con el hecho de que no estuviera satisfecho por el rendimiento de algunas de sus ´vacas sagradas´. Dentro y fuera del césped.

De la cena del jueves no han trascendido detalles, pero otro de los nudos gordianos para el acuerdo definitivo entre las partes estaría en el número de temporadas para la renovación. Rosell quiere que Guardiola firme por dos años, mientras que el técnico sigue siendo partidario de comprometerse sólo por un año, como ha venido haciendo desde que saltó desde el filial al primer equipo azulgrana.