Ibrox Park ya no volverá a rugir como en las grandes citas. La afición del Glasgow Rangers, una de las más numerosas del Reino Unido, ya no podrá volver a escuchar el himno de la Champions League en directo, una competición a la que el conjunto escocés acudía año tras año sin excepción. Escocia no volverá a vivir esos derbis tan intensos entre el Celtic y el Glasgow, entre católicos y protestantes.

Las deudas económicas han acabado por ‘matar’ a uno de los mitos del fútbol europeo, uno de los clubes donde el fútbol se entiende como una forma de vida. El Glasgow Rangers no ha podido hacer frente a una deuda de 26 millones de euros que tenía con la Hacienda del Reino Unido, que ha rechazado un plan de viabilidad propuesto por el conjunto escocés.

Green refunda el club

El empresario británico Charles Green completó ayer la compra por 5,5 millones de libras (7 millones de euros) del conjunto escocés del Glasgow Rangers que, después de entrar en bancarrota, ha tenido que refundarse como The Rangers Football Club. Este nuevo equipo tendrá que empezar a competir en la tercera división escocesa.

El nuevo dueño del club de Glasgow apuntó a Malcom Murray como nuevo presidente y confirmó que contará con el actual entrenador, el escocés Ally McCoist, como técnico de cara a la próxima temporada. McCoist, de 49 años, tomó las riendas del gigante escocés en junio de 2011 en sustitución del veterano Walter Smith, quien también presentó a última hora una oferta para hacerse con el club, aunque finalmente fue rechazada.

La nueva compañía dirigida por Green se enfrenta ahora a la posibilidad de que sus principales figuras puedan abandonar la entidad después de su refundación, aunque el británico confía en que esto no ocurra.