Con la miel en los labios. Huracán no pudo escribir una gran página en su corta historia. Los de Nico Estévez vieron como, a falta de seis minutos para el final de la prórroga, despertaban del sueño. La posibilidad de ver a Barcelona, Madrid, Valencia o Levante por el Municipal de Manises se escapó en el último suspiro. Los rojiblancos acabaron ahogados en la orilla. Un partido donde la ansiedad por ganar jugó en contra.

Al Alavés se le vio más tranquilo y con las ideas más claras desde el primer minuto. Huracán le ponía ganas y un gran despliege físico. A los de Nico Estévez se les vio atenazados y casi no inquietaron la meta vitoriana. Un disparo de Fabiani atrapado por el portero y un cabezazo alto de Tomás Ruso fue el peso ofensivo de los rojiblancos en todo el primer acto. A los de Mendizorroza se les anuló un tanto por fuera de juego, obra de Casaseca. Negredo disparó fuera. En el minuto 39, un centro desde la izquierda de Manu García dio en el larguero y dio en la misma línea de gol. La acción de ataque siguió y, a renglón seguido, Juanma no perdonó en el segundo palo. Casaseca, en un golpe franco, obligó a intervenir a Salcedo en lo que fue la última acción del primer acto. El jarro de agua fría llegó a cinco minutos del descanso. Un disparo cruzado desde dentro del área de Juanma se coló pegado al palo de la portería local.

La segunda mitad empezó con un susto. Un remate de Javi Hernández encontró las redes, pero el colegiado anuló el tanto por fuera de juego. Huracán no estaba cómodo, pero resurgió en el minuto 71. Un centro de David Fas fue cabeceado a la red por Javi Navarro, que fue más listo que los defensas del equipo vasco. El gol no dio alas al equipo de Nico Estévez, que lo basaron todo a una jugada de pizarra para intentar conseguir el tanto de la victoria. Un cabezazo de Carreño salió fuera y, en el minuto 80, David Fas disparó cruzado. Jonan García botó un golpe franco que se paseó por el área de Salcedo, mientras que Negredo y Javi Hernández tuvieron el tanto en el descuento.

Bajón físico de los rojiblancos

La prórroga fue un monólogo del Alavés y los jugadores de Huracán se mostraron agotados. El cansancio físico hizo más mella al conjunto valenciano y el equipo de Mendizorroza dominó, con la pelota en su poder. En el minuto 103, Jonan García cabeceó fuera por poco y, diez minutos después, el mismo jugador lo intentó con un disparo que se marchó fuera por poco. El golpe más duro llegó cuando quedaban seis minutos para llegar a los penaltis. Villera cogió el cuero en tres cuartos de cancha y sorteó a varios jugadores rojiblancos para plantarse solo delante del portero y batirlo con un fuerte disparo. No hubo tiempo para la épica.