A Mourinho se le acaba el crédito y el tiempo en el Real Madrid. No es cuestión de resultados „que también„, es que en el seno de la entidad blanca no se confía en el fútbol del entrenador luso y en el vestuario ya se habla de que los rivales ya le han pillado el truco.

José Mourinho cada vez tiene menos credibilidad y menos apoyo dentro del Real Madrid. Aunque públicamente tanto jugadores como directivos salgan en su defensa y él mismo diga que la relación con el presidente Florentino Pérez es «muy muy muy muy buena», lo cierto es que en el Santiago Bernabéu se está creando un ambiente hostil que, con toda seguridad, no facilitará el trabajo de nadie en lo que resta de temporada. Y más ahora que el Barcelona, en Liga, está a onces puntos.

«Le veo con ganas, está igual que siempre», comentó ayer Xabi Alonso, sobre la situación actual del técnico de Setúbal. Sin embargo, las palabras no coinciden con los hechos. En Valdebebas la distancia entre el técnico y los jugadores es cada vez mayor. Muchos de ellos se mofan de la actitud seria y distante que tiene Mou y que calca su compatriota Cristiano Ronaldo. Los dos están «tristes». Y en el vestuario lo notan. Pero no tienen la intención de hacer nada por evitarlo. Saben que lo único que pretenden es que Florentino Pérez oiga y conceda cada una de sus peticiones.

Pero en el seno de la entidad madridista se han dado cuenta de que, pese al carisma que aporta Mou al Madrid, el fútbol que ofrece no es el que desean ver. Incluso sus propios pupilos consideran que su forma de jugar es «simple» y, consecuentemente, fácil de cogerles «el truco». Si no, que se lo pregunten a Pepe Mel. El técnico del Betis dijo, tras finalizar el partido en el Benito Villamarín en el que ganaron los béticos por 1-0, que la forma de «hacer daño» al Madrid era intentando que el equipo de Mou «tuviera la pelota». Y lo consiguió. El Betis ha hecho más daño en el club de Chamartín que el que pueda provocar una simple derrota.

Mientras tanto, de cara al público, Mou aparenta total normalidad. «Tengo una relación personal muy muy muy muy buena con el presidente y José Ángel, con los más cercanos de la junta directiva. Tengo una relación personal inmejorable», dijo ayer el portugués en la rueda de prensa previa al partido ante el Alcoyano. Añadió que él sólo es «un empleado más del club» y que no será hasta final de temporada cuando se siente con los directivos para hablar de su futuro. De hecho, podría estar esperando a ese momento para llevar a cabo la planificación de la próxima temporada que, según el portugués, sí que se ha empezado a tratar. «Puedo ser mal entrenador, pero un profesional malo no soy», añadió Mou, que parece ser consciente de que la directiva blanca no está del todo contenta con él. «Es posible que a final de temporada no estén contentos con mi trabajo, que piensen que hay cosas por mejorar y cambiar», dijo el de Setúbal. Y aún queda mucho por decir.